La viuda de Amaury rebate libro de Hermann  

La viuda de Amaury rebate libro de Hermann  

LIBROS 
ÁNGELA PEÑA. Reconoce aportes de Hamlet Hermann al conocimiento de hechos ocurridos alrededor de Francisco Caamaño y los Comandos de la Resistencia, pero Sagrada Bujosa Mieses, viuda de Amaury Germán Aristy, segundo al mando del héroe de abril, considera sus publicaciones  sólo reducidas a lo vivido por él y dejado de lado a los que cayeron en República Dominicana y a otros que estuvieron al borde de la muerte.

La  militante revolucionaria recuerda que cuando el guerrillero regresó al país en 1978, ella y su familia acompañaron al aeropuerto a su esposa, Carmen Rita Morera, para ubicarlo en una casa  de la carretera Sánchez, donde la reconocida izquierdista le dijo: “Hamlet, quisiera que tuviéramos una conversación sobre lo ocurrido.  Nunca jamás me contestó”, refiere Sagrada.

“Lo que Hamlet ha escrito tiene una visión de ese proceso excluyente, diferente a lo que pasó”, agrega. Destaca que sus libros, entre los que está “El Fiero, Eberto Lalane José”, están llenos de adjetivos como traidores, renegados, cobardes… “Esos epítetos tuvimos que dejarlos pasar con los años porque, en cierta medida, él no hace distinción. Además nos endilga la debilidad o la cobardía de no ayudar a Caamaño cuando vino en 1973”.

 Sagrada Bujosa, experta en comunicación, soldado e instructora en la contienda de 1965, escribe la obra “De eneros y Caracoles, Otras miradas”, y completa, enmienda, amplía, desmiente, afirmaciones y supuestos testimonios reiterados por Hermann.

 “Como dijo Winston Churchill, he tenido que pasar por unos años donde la sangre, el sudor y las lágrimas se acercaron mucho a mí”. Por su asistencia a la presentación de un libro de Melvin Mañón la acusaron de estar vinculada a la CIA, ya que el escritor supuestamente pertenece a esa agencia. Comentaron, además, que recibió dinero por la publicación de un folleto que editó José Israel Cuello en “Taller”, entre otras infamias.

Desacuerdos con Hamlet Hermann. Sagrada, procedente de una familia de tradi ción antitrujillista, dice no entender por qué Hamlet  descalifica la historia oral como recurso para sus libros. Pero manifiesta que si escogió la palabra escrita no debe hablar “verdades a medias o algunas veces mentir, porque, como decimos los dominicanos el papel lo aguanta todo”. Expresa que si éste le está enviando un mandado, tiene como base un documento de Amaury “que es un pensamiento político de una dignidad y una honestidad que tienen pocos seres humanos”. 

 “Quizás él sabe que tengo una selección de 40 entrevistados que fueron protagonistas, vivieron y sufrieron los resultados de una agresión autoritaria donde la gente era un soldado sumiso obligado a recibir órdenes que sencillamente establecía el comando. Hamlet habla de tropa, nosotros no éramos militares”.

 Considera que Hermann ofrece una visión complaciente, apologética, poco crítica de los hechos. Lamenta que no incorporara “todo lo que ocurrió aquí el 12 de enero y cuáles elementos le precedieron”. En “El Fiero” se alude brevemente a ese suceso.

 “Él dice que Caamaño se quedó en Cuba absolutamente en secreto. Eso es mentira, él lo sabe”, expresa. Entiende que la seguridad cubana, que califica de infame, que no se inmutó ni conmovió ante las muertes de Amaury, los demás Palmeros y Caamaño, lo cual para la ex catorcista es un comportamiento normal porque “están estructurados para eso”, deberían desclasificar documentos “como lo hace el imperio cada cierto tiempo”.

 Añade: “Hamlet admite que los cubanos eran los que administraban ese proyecto, ahí él puso el dedo en la llaga porque la seguridad cubana, dado el hecho de sus intereses nacionales, había cambiado p or las transformaciones ocurridas en el mundo, tenía que hacer desaparecer el proyecto de Caamaño ¿de qué manera? incomunicando a Francis de su Estado Mayor: ahí no hubo nunca un constitucionalista, la respuesta que da Hamlet de que son traidores, que se robaron un dinero, no puedo defenderlos, no puedo hablar de cosas que no he comprobado pero ¿eran sólo Montes Arache y Lachapelle? No, eran muchos los constitucionalistas que fueron separados de Francis porque los cubanos querían a un Francis controlado por ellos, con una base social, política e ideológica diferente a la de los constitucionalistas. Primera fisura”, razona.

 La segunda, agrega, fue separar a Francis de su base logística en Dominicana, que dirigía Amaury, su hombre de confianza. Ahí está la historia”, dice señalando la carta de su esposo a Caamaño y a los miembros de los Comandos en Cuba, reflejo de “la otra visión, con un dolor donde se muestra el abandono, la desconfianza y la desmoralización de ese hombre, que no merecía eso”.

 El otro objetivo “era destruir los Comandos de la Resistencia porque en la medida en que Francis no tuviera esa base de apoyo,  no tenía por que venir al país, no les convenía ya políticamente seguir incursionando en acciones armadas fuera de su territorio”.

 como lo hicieron en África con el Ché y luego en Bolivia”.

 “Llama la atención, manifiesta, que Caamaño desapareciera 16 días después de la muerte del Ché. Conociendo un poco los cubanos creo que sin detenerse a analizar que la guerra de guerrillas estaba en su total decadencia, casi en desaparición, piensan en seducir a Francis para buscar un sustituto del Ché, por eso lo seducen”

 Narra que independientemente de haber ido “a conocer un hijo que tenía con Vicenta Vélez, y de que Fidel quería conversar con el héroe de abril, toda la seducción de que es capaz Castro con su carisma extraordinario, hace que Francis se quede en Cuba”

Cita a “Orlando Castro” para demostrar que se sabía de la presencia de Caamaño en la Antilla.

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