La voluntad de prevalecer, o el arte de la entrevista

La voluntad de prevalecer, o el arte de la entrevista

“A veces le digo a mi familia, no entiendo qué me pasa, tengo una extraña sensación porque leo un libro y descubro lo que necesitaba”.
Esta frase de Alfredo Guevara, uno de los entrevistados por el intelectual Mario Creata Fermín, cuyo libro LA VOLUNTAD DE PREVALECER resume la vida y obra de 18 indispensables intelectuales cubanos, me ha provocado una gran felicidad, porque pocas veces había leído una secuencia de entrevistas realizadas con tal magisterio.
La providencia, llamada Socorro Castellanos, (periodista de larga y reconocida data), puso en mis manos este brillantísimo libro, que no es solo un manual sobre cómo se debe armar una entrevista, sino una respuesta a las angustias colectivas que acompañan la militancia política, como praxis de humanismo, una lucha contra la banalidad en estos momentos, donde tanto se apela a tan socorrida y facilista opción del inmovilismo.
Ciertamente, el arte de la entrevista es un juego de inteligencias, como afirma en su nota al lector Mario Croata Fermín, donde el entrevistador investiga y se documenta sobre la vida y obra de las 18 personalidades representadas en este libro, con el objetivo de lograr una entrevista memorable.
Resumo: El objetivo de toda buena entrevista es, según Mario:
1.- Dejar evidencia de una época a través de quienes fueron sus protagonistas.
2.- Demostrar cómo esas figuras relevantes del arte y las letras se aproximaron a la búsqueda de una verdad: la de ellos mismos.
3.- Redimensionar un arte tan maltratado como es la entrevista, tan importante en la búsqueda de la verdad.
4.- Aportar un valioso material sobre la cultura insular.
5.- Demostrar con un método específico como cada entrevistado merece un cuestionario específico, un respeto por su figura y obra.
6.- Asumir la indagación sin temor a rozar lo delicado y embarazoso, pero sin pasarse de la raya.
7.- Construir los diálogos en los autores con exquisito cuidado y un pleno conocimiento de la obra.
8.- Sintetizar en el titulo la característica principal del entrevistado que ayude a comprender la dimensión de su itinerario vital.
9.- Elaborar preguntas capaces de sustentar un diálogo de altura, que asegure el interés del entrevistado.

Casi todas las entrevistas fueron publicadas en el periódico Juventud Rebelde y en Opus Habana, y me ha sido extremadamente difícil elegir cual es mejor que otras, porque en todas ha prevalecido lo que Mario Creata define como la voluntad de prevalecer, o la trascendencia.
Permítaseme subrayar algunas afirmaciones de autores muy amados:

Alicia Alonso:
-“La danza, como arte creativo, requiere de una pureza, y de una inocencia esencial.
-El clasicismo no es un corcel ni un conjunto de normas rígidas, y congeladas, es una disciplina que capacita para todo lo demás, y es punto de partida para toda aventura estética. Relación dialéctica entre lo permanente y lo nuevo”.
-“Veo la pintura como pequeños ballets estáticos, para un coreógrafo la pintura es maravillosa, da muchas ideas sobre cómo lograr la armonía en escena”.
Estas afirmaciones contribuyen a la definición de su método para montar los ballets, el cual se desglosa de una cuidadosa lectura de la entrevista.
“Toda realización artística nueva suele ser el triunfo del carácter”, afirma Alicia y carácter es lo que abunda es cada uno de los entrevistados, así como un apasionante amor por La Habana, para todos una prolongación de la propia casa, un escenario especial, “una madre, como la patria, con que nadie puede acabar”, como afirma la poeta Carilda Oliver Labra.

Carilda Oliver Labra
Carilda no duda en definir lo que es la poesía, “como algo siempre íntimo y difícil de sobrellevar porque siempre manda”. Defensora de la potestad de la imagen sin metáfora, afirma que la metáfora es muy peligrosa porque “para que funcione tiene que no parecerlo”.
De la finísima Fina García Marruz, cuya poesía es modelo de perfección, recibimos el regalo de su visión de José Martí, como “el misterio que nos acompaña”, y el único caso en la historia de un hombre que organizó una guerra sin odios”. ¡En el presidio comprendió que era irrealizable construir con odio una revolución triunfante. Que la batalla de Cuba por su independencia obedecía a la justicia no a la venganza, porque Martí creía en el mejoramiento humano.”
De ella también deducimos un método de trabajo donde el silencio es fundamental, y lo sencillo “porque es lo que más encanta, la forma llana porque es mas abarcadora y elocuente”.

Alfredo Guevara
A Alfredo Guevara lo conocí en un Festival de Cine, con una negra y larga capa y rodeado de jóvenes, como en una escena del Medioevo, aunque nada había de medieval en este hombre tan lúcido y valiente.
Sus reflexiones sobre la Revolución son un modelo a seguir para la juventud de hoy. “He llegado a una edad en que empieza uno a pensar no que el tiempo se acaba, sino que el tiempo es cada vez menos y en consecuencia las obligaciones y la pasión han de multiplicarse. Pero no se trata de añorar actuar como antes. Seguir considerándome joven implica hacer lo que es preciso hacer ahora mismo”.
De vuelta su método: “Lo que importa de las materias no es que sean brillantes, sino que me enseñen a estudiar, a profundizar, a no conformarme nunca”.
Audaz defensor de la diversidad, no dudó en enfrentar el dogma y contraponer la esencia, definiendo como el mal mayor de nuestra época el miedo.
Su definición de lo banal como la mayor amenaza contra la identidad es antológica, así como su denuncia del inmovilismo y de la improvisación.
“Cuando la lucha por el Socialismo y el ser socialista no van acompañadas de la inteligencia de la cultura, de la formación, del rigor, viene esa terrible coraza que es la improvisación. El peor enemigo del Socialismo es la ignorancia”.
“Las acciones de la sociedad deben ser pensadas por lo tanto (ojo frente a las próximas elecciones) los ignorantes no deberían tener acceso al poder, ni al más pequeño ni al grande.”
¿Cómo se dialoga con los jóvenes?
“Mientras no salgamos de la resaca de la praxis estalinista que muchos padecen, aunque la Historia siga su rumbo, no habrá diálogo posible con los jóvenes”. Y sin salir del inmovilismo en que nos hallamos en el que no se divisan cambios estructurales significativos, será muy difícil recuperar el consenso y la sonrisa”.

Monseñor Carlos Manuel de Céspedes
No pude evitar pensar en Juan Pablo Duarte, cuando Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, Obispo emérito de La habana, y celoso “defensor de la identidad cubana”, tataranieto del padre de la Patria cubana, habló de su tatarabuelo.
“Debo decirte que como cristiano, como hombre de fe, confío en la providencia, no en la casualidad. Me queda claro que aquel fatídico 27 de febrero se conjuró la envidia y el resentimiento, para dar paso a la traición.
Conocemos su Diario, (como conocemos aquí lo que pensaba Duarte gracias a los apuntes de su abnegadisíma hermana Rosa Duarte, quien es sin dudas la gran madre de esta patria dominicana), quiénes eran sus enemigos, a los que no les importo una revolución castrada con tal de ver derrumbarse a su líder. En su propio testimonio comprendemos hasta qué punto la calumnia es patrimonio de mediocres.

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