Hoy vamos a tratar de escribir sobre cosas que nos llene a todos de optimismo, que nos hagan olvidar aunque sea por un instante los apagones, la falta de agua, y la polémica de los políticos, que olvidan la Historia y se pavonean recordando o citando a nuestros muertos ilustres, porque en realidad nuestra política es de cementerios, es decir necrofílica, por eso no avanza, no se desarrolla, vive del pasado.
Sin que nos demos apenas cuenta, sobre el mundo siguen cayendo las lluvias, se producen las sequías, las guerras no terminan y los literatos y los periodistas sólo se aprestan a escribir sus obras y artículos como si quienes solamente los leyeran fueran escritores. Hoy día entender un poema o un cuadro es necesario ser crítico de arte. Es verdad, no se puede discutir, que el lenguaje que maneja el arte es sólo bien utilizado por los genuinos creadores, por ejemplo, un pintor nos modifica el ambiente de un paisaje o aglutina varias frutas y aves y produce un hermoso bodegón o un poeta con su fantasía nos envuelve y de la historia de una simple pasión nos brinda un poema que ensancha nuestra emoción y nos identifica o nos hace recordar un pasado o un presente, es que el artista habla de sus cosas y nos coloca dentro de la belleza de la naturaleza con una habilidad extraordinaria, nos hace soñar, recordar y vivir el pasado, el presente y nos da la esperanza del futuro.
Si un poema es totalmente integrado, resulta ser como un ser vivo con todas sus pulsaciones y vibraciones, nos hace latir el corazón y nuestra sangre circula vibrante.
El poema debe ser claro, preciso. El bosque nos oculta el paisaje, la visión de los que existe delante de él, en cambio un poema nos hace ver hasta en las sombras la majestad de la cabeza. El lenguaje, bien utilizado por un poeta es como una vestidura hermosa que nos fascina, esto ha sido así desde el Siglo de Oro de las letras hasta los días presentes.