Música de los compositores rusos: Modest Musorgski, Sergei Rachmaninov y Dimitri Shostakokovich fue interpretada por la Orquesta del Festival, bajo la dirección del británico estadounidense Benjamín Zander, en el quinto concierto del IX Festival Musical de Santo Domingo en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito.
El Preludio de la ópera Kovanschina, denominado por su propio autor Modest Musorgski, como el Amanecer sobre el río Moskvá, inicia sus primeras notas lentamente, describiendo el amanecer, el asomo sutil de la luz entre la densa bruma. La belleza del preludio exquisitamente expuesto por la orquesta produce una sensación de plenitud.
Tras los primeros acordes del piano, se inicia el bellísimo y conocido tema del Concierto No. 2 para piano de Sergei Rachmaninov.
El destacado pianista chino Jue Wang aborda con gran sensibilidad todo el primer movimiento, Moderato. En el segundo movimiento Adagio Sostenuto. Tras la exposición de las cuerdas inicia el piano, luego del tema introducido por la flauta se llega a un climax. El final Allegro Scherzando brillante, de cautivante sonoridad, concluye con una rápida coda, en la que el solista alcanza momentos de virtuosismo.
Zander establece una relación entrañable como director solista y orquesta.
Jue Wang terminado el concierto complació al público con una hermosa canción china, haciendo honor a su país.
El cierre. El programa cierra con la Sinfonía No. 5 de Dimitri Shostakovich. Compuesta para gran orquesta, sus movimientos son los clásicos y el lema es La evolución de la personalidad, aparecen en ella luchas e ideales, superaciones, triunfos y nieblas que se disipan ante la última claridad. La instrumentación de esta obra es formidable y sus ritmos por momentos, arrebatadores.
El movimiento final Allegro non troppo, es una verdadera apoteosis; las cuerdas impresionan llevadas por Zander a un tempo trepidante, al que se suman las diferentes familias orquestales. El todo grandilocuente, logra conmover la platea.