La vuelta al mundo en 80 citas

La vuelta al mundo en 80 citas

La periodista de la BBC Jennifer Cox recorrió los lugares más exóticos del planeta buscando al hombre de sus sueños.  Al final, la decisión no fue fácil y la sorpresa llegó, como nos cuenta en la entrevista concedida a Efe-Reportajes.

Jennifer Cox es periodista y trabaja para la famosa cadena de televisión británica BBC presentando programas de viajes. A los 38 años decidió viajar por todo el mundo en busca de su alma gemela y, finalmente, la encontró.

Ahora, lo cuenta todo en un libro “La vuelta al mundo en 80 citas” (Booket-Planeta), en el que deja bien claro que la suya es, al menos, una manera muy divertida de encontrar pareja.

BUSCO CHICO DIVERTIDO Y AVENTURERO

Jennifer tenía clara su descripción y la del chico que quería encontrar. Pensaba que sus ideales eran muy claros: “me gustaría conocer a alguien que me hiciera sonreír, que me dejara leerle fragmentos de noticias del periódico, que tuviera unos ideales por los que luchar y que me contara cosas interesantes que desconozca. Que tenga interés por la música y la lectura y ganas de divertirse y vivir aventuras”.

Viajó por muchos países y en todos ellos descubrió a un hombre distinto: “los británicos tienden a ser inseguros y a refugiarse en el sarcasmo”, “los escandinavos son listos e interesantes”, “los mediterráneos son unos románticos empedernidos”, “los australianos y neozelandeses, o kiwis, son divertidos y relajados, pero los más apasionados para mí son los americanos”, apunta.

Asegura que se sorprendió de la cantidad de “hombres guapos y solteros que hay sueltos por el mundo”, y de lo “competitivos” que pueden llegar a ser: “todos querían ser mi mejor cita, ¡como si fuera un concurso! Muchos me preguntaban qué habían hecho otros hombres en sus citas, y trataban de superarlo. ¡Nunca había visto tantos yates ni bebido tanto champán en mi vida!”.

UNA SORPRESA MUY POSITIVA

Prácticamente todas las citas de Jennifer se basaron en el chico prototipo que mandó a sus amigos. Pero no todos los chicos despertaban su enamoramiento a pesar de cumplir sus requerimientos.

Al fin, llegó Garry, en la cita 55, un norteamericano de Nevada (Estados Unidos) que resultó ser su media naranja, su alma gemela: “puede que alguien cumpla todos los requisitos, pero que no surja la chispa. Garry tenía mucha chispa”.

La protagonista de esta aventura se dio cuenta de que, en realidad, importaba poco la descripción y lo que de verdad tenía valor era esta “chispa”, como lo denomina ella, refiriéndose a la química que se establece entre dos personas.

ENCONTRAR AMOR NO ES TAN DIFÍCIL

Ya hace cuatro años que esta periodista convive con su chico, Garry, entre Londres, su ciudad  natal y Seattle, la de su novio, con lo que se demuestra que su viaje valió la pena. Sin embargo, a Jennifer no le da apuro decir que “mi sistema, desde luego, no es apto para todo el mundo”.

A ella le funcionó pero es evidente que no cualquiera puede permitirse un viaje de estas características. Ella, no obstante, se atreve a dar un consejo que sí cree que sirve para todo el mundo: “hay que involucrarse de una manera más directa y preguntarnos qué estamos haciendo mal (por ejemplo, si dedicamos demasiado tiempo al trabajo, no nos cuidamos lo suficiente, no buscamos en lugares adecuados, etc.). En definitiva, hay que usar lo que nos funcione”.

Después de dar la vuelta al mundo, la concepción del amor que Jennifer tenía no ha cambiado: “para mí, sigue siendo algo mágico”, opina. A pesar de ello, la aventurera no vive en las nubes y piensa que “tras mi viaje me di cuenta de que lo que buscaba era algo muy “normal” y fácil de encontrar.

Así pues, el mensaje de Jennifer es claro: nadie tiene que desanimarse ante la frustración de no encontrar pareja. Sistemas y métodos hay muchos, y

80 PAÍSES, 80 CHICOS

Jennifer tenía ganas de encontrar a su alma gemela costase lo que costase.  Por eso, eligió la forma más divertida de hacerlo: disfrutando de su gran pasión, los viajes.

“Si lo hubiera reflexionado cuidadosamente, nunca lo habría hecho. La ignorancia muchas veces es una bendición”, apunta esta aventurera en la charla mantenida con Efe-Reportajes.. Y así empezó su viaje.

La periodista se puso en contacto con todos sus amigos alrededor del mundo, quiénes actuaron como `celestinas´. Jennifer sólo les tuvo que mandar la descripción de su chico ideal.

Asegura que no tardó en recibir cientos de mails con posibles citas. Los contactos habían funcionado. Quedaba diseñar la ruta de viaje. “Me costó establecer una ruta, pero unas semanas después ya tenía una tentativa de itinerario que empezaba en los Países Bajos, se dirigía a Escandinavia, bajaba a la Europa mediterránea hasta llegar a EUA, Indochina y Australasia”.

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