La zaga de Héctor Rizek

La zaga de Héctor Rizek

UBI RIVAS
El doctor Héctor Rizek Llabal es un productor de café y cacao, que también exporta, por tradición de familia de San Francisco de Macorís, de quien informa HOY del 31 de enero último, proyecta agroindustrializar el cacao y sembrar un millón de matas de zapote para fines industriales. No conozco ni de vista a ese prominente hijo de El Jaya, aunque sí muy de cerca a su esposa Ela, como a toda su familia por ser oriunda de Santiago de los Caballeros y epocal del suscrito.

Pero he escuchado desde hace muchos años los afanes productivos y exportadores de Héctor Rizek por referencias primero de mi amigo que hace tanto tiempo no veo Luis Chabebe Acra, mi tío Yuly Rivas y mi enllave doctor Luis Joaquín Riva Ortega.

La gratísima buena nueva que envuelve la reafirmación de Héctor Rizek en los fastos de la agricultura, se inserta en el mismo día en que HOY informa en relación a un proyecto pautado por el titular de la SEA, ingeniero agrónomo Amílcar Romero, francomacorisano ilustre, en el sentido de que financiará un proyecto agrícola por US$61 mm que procurará nivelar suelos, sistema de riego parcelario, invernadero, rehabilitación e introducción de plantaciones arbóreas, es decir, frutales y forestales.

Encaja esa nueva iniciativa de Amílcar en el proyecto de Héctor Rizek como anillo al dedo, como si fuese un planeamiento conjunto y no autónomo, como siempre he entendido que es héctor Rizek, un hombre autónomo que tanto admiro, porque quien escribe lo es. Lo ha sido siempre en todo.

Pero y lo que es más importante, es que podrían estas dos iniciativas plausibles inscribirse en los inicios de una ofensiva agroindustrial poderosa, firme, contínua, como tanto he ausipiciado se concretice en el país.

Insisto en que el país dispone de una infraestructura en la macroeconomía que no es segura, permanentemente confiable, porque descansa en dos vertientes en la economía golondrina del turismo y zonas francas industriales.

Economía golondrina porque el turismo aunque con mayor dificultad, podría moverse a otro escenario, Cuba por ejemplo cuando desaparezca físicamente el comandante Fidel Castro y entonces se inicie el acoplamiento hacia el retorno al viejo orden perdido, idéntico a como aconteció en la finiquitada URSS y sus satélites europeos el traumático 1989.

Economía golondrina de zonas francas industriales con una competencia feroz en México y Centroamérica, en Dubai y Tailandia, en Singapore y Hong Kong, pero sobre todo, el gigante de China que despierta de su modorra comunista con la consigna sabia del heredero más conspicuo de Mao Tse-tung, el inolvidable Deng Xiao-ping, el hombre, cierto, de la masacre de Tian An Men de julio 1989, pero también el genio de la fórmula «una China, dos sistemas», que dio como resultado el reingreso al fuero de la Ciudad Prohibida de Hong Kong primero, de Macao después, y de Taiwán en cuestión de meses, sin disparar un tiro ni propinar un pescozón. (El 30 de enero último se inició por primera vez desde 1949, un vuelo comercial Pekín-Taipei)…

Economía golondrina de zonas francas gravísimamente distorsionada con más de un 60% de textiles, cuando China es un gigante en ese litoral, gran parte del aceleramiento por una década de su economía que presenta un PIB de un 9%, el doble del aconsejado por los organismos internacionales de financiamiento, vale decir, BID, Banco Mundial, FMI y varias firmas más.

Es en ese contexto que se inscribe con vivos auspiciosos tanto la factura informativa de Héctor Rizek como la de Amílcar Romero, que es de concebir que repercuta hondo y amplio en el sector empresarial vinculado a la agropecuaria y el proceso industrial que podría representar un aluvión de bonanzas, sobre todo, si se estructura firme, insertarlo en los procesos de fusiones con transnacionales, como hicieron E. León Jimenes y Mercasid. ¡Adelante!

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