Labor silente pero fructífera

Labor silente pero fructífera

Sobre los hombros de las Fuerzas Armadas dominicanas descansan funciones de la más alta importancia para la nación. Defender la soberanía le compete en primer orden, y luego están luchas cruciales, por sus propios medios o cuerpos auxiliares, contra delitos de difícil control, como contrabando, tráfico humano, de drogas y armas, protección de las fronteras aéreas, navales y territoriales, y los recursos naturales.
La forma en que los institutos castrenses tratan de adaptarse a desafíos nuevos y viejos es una marcha constante. Han evolucionado positivamente desde sus orígenes en el despotismo. Es fundamental que ese proceso continúe y que los militares dominicanos puedan desarrollar con éxito su apego a un plan estratégico que fija con claros conceptos los objetivos fundamentales y ruta a seguir para su óptima permanencia como guardianes de la paz, el orden y la seguridad del Estado y la nación.
El poder civil, aquilatando esas prioridades y la buena voluntad de sus militares, debe respaldar plenamente, con los recursos necesarios, el desempeño de los cuerpos castrenses, preservando su profesionalidad, respaldando sus esfuerzos en favor de la población civil con la operación de múltiples escuelas vocacionales dispersas por el territorio nacional. Una cosa que no puede faltar: la mejoría salarial y la protección a los soldados.

La presencia del caracol africano

Para tener una idea del peligro que representa la presencia en el país del caracol gigante africano, basta señalar que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo tiene registrado entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, pues ataca la agricultura y transmite entre los humanos enfermedades tan peligrosas como la meningoencefalitis. Y aunque el Ministerio de Agricultura dice tener bajo control esta plaga, advierte que es necesario que en su erradicación intervengan también los ministerios de Salud Pública y Medio Ambiente.
La amenaza es lo suficientemente grave como para alertar a los productores, sobre todo de la región este donde fue localizado, sobre las medidas de prevención a tomar. Hay que erradicar esta amenaza y detectar cómo y de dónde llegó hasta aquí.

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