El ministro de Salud Pública rindió este sábado un emotivo homenaje al personal médico, técnico y de apoyo que trabajó incansablemente en la respuesta a la tragedia ocurrida el pasado martes en el Jet Set que ha dejado hasta el momento 225 víctimas mortales.
En una alocución marcada por la emoción y el agradecimiento, Víctor Atallah calificó como una “labor titánica” el trabajo realizado por un equipo compuesto por 62 médicos, 107 miembros de personal de apoyo y técnicos especializados, quienes, junto a otras instituciones del Estado, lograron cumplir en tiempo récord con los procesos necesarios para la identificación y entrega de los cuerpos a sus familiares.
“Nosotros queríamos garantizar los derechos de cada una de esas personas que fallecieron. Que su muerte no significara también la pérdida de su dignidad ni de los procesos legales que les corresponden”, expresó visiblemente conmovido.
El ministro destacó que el proceso de autopsias se llevó a cabo bajo los más estrictos estándares de pulcritud y eficiencia, con el respaldo de la Sociedad Dominicana de Patología. “Logramos culminar todas las autopsias en tiempo récord para garantizar su cristiana sepultura”.
Asimismo, valoró el esfuerzo conjunto del gobierno central, alcaldías, instituciones como Supérate, el Propeep, y la comunidad, quienes gestionaron el suministro de más de 120 ataúdes, nichos, ambulancias y servicios funerarios gratuitos para las víctimas.
“La comunidad entera se unió. Llegaban personas a ayudar, a traer comida, agua. Esa unión del pueblo nos hizo sentir el respaldo de toda la nación”, afirmó.
El ministro también subrayó que el acompañamiento no terminará con la entrega de los cuerpos, sino que se dará seguimiento médico a los que quedan internos.
“No hay forma de resarcir la pérdida de una vida, pero sí podemos ayudar a disminuir el dolor. Este proceso, aunque doloroso, nos deja aprendizajes importantes sobre el respeto a la vida, a la muerte y a los derechos que no deben extinguirse con ella.”
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El ministro finalizó agradeciendo a todos los que trabajaron sin descanso, reconociendo que muchos llegaron al límite de sus fuerzas. “Ellos son héroes. Trabajaron día y noche, impulsados por el dolor de las familias, por el clamor de justicia. Lo que hemos vivido nos cambiará como sociedad.”