Laboratorio de la Caasd audita cada día la calidad del agua que sirve a todo SD

Laboratorio de la Caasd audita cada día la calidad del agua que sirve a todo SD

El Gran Santo Domingo consume diariamente 420 millones de galones de agua y garantizar su potabilidad es un asunto de seguridad sanitaria.
Asegurar que este recurso primario que llega a los hogares de 3.4 millones de personas es apto para el consumo humano es responsabilidad del laboratorio de la Dirección de Control de Calidad de Agua de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd).
El ingeniero Luis Salcedo, director de Operaciones de la Caasd, explica que el laboratorio audita diariamente la calidad del agua que se distribuye a la ciudadanía mediante la toma de muestras en diferentes puntos de Santo Domingo.
“Hay un programa de control sanitario científicamente diseñado, en que los colectores de muestras van todos los días, la recogen, la llevan al laboratorio, la analizan y emiten un reporte que va a Salud Pública cada mes”, detalla.
Los puntos de muestreo se establecen bajo los parámetros de las organizaciones Mundial de la Salud (OMS) y Panamericana de la Salud (OPS). Las tomas se ubican en la red de distribución de acuerdo a la cantidad de agua producida por cada acueducto, es decir, si un acueducto produce una mayor cantidad de agua, más puntos de muestreo se establecerán en la red de distribución que dicho acueducto alimenta.
Índice de Potabilidad. “El Índice de Potabilidad es el parámetro con que las normas nacionales e internacionales, la OPS y la OMS, establecen si un agua es apta para consumo humano. Durante el 2016 tuvimos un promedio de 97.95”, afirma Salcedo.
El director de Operaciones de la Caasd explica que se ha establecido que el Índice de Potabilidad mínimo debe ser 95%, o sea, que de todas las muestras recolectadas y analizadas el 95% o más deben ser negativas a la presencia de bacterias coliformes. “Esto significa que desde 2016, estamos 2.95% por encima de lo que exigen las normas”.
El laboratorio. Recientemente se invirtieron 50 millones de pesos para equipar al laboratorio de la Dirección de Control de la Calidad de Agua con la tecnología más avanzada.
Salcedo explica que el agua que se consume en el Gran Santo Domingo se produce en 4 plantas potabilizadoras y en una red de más de 300 pozos subterráneos, en una proporción de 77% a 23%.
Por ello, aparte de auditar el agua en la red de distribución, el laboratorio tiene la responsabilidad de analizarla en el origen.
El director de Operaciones de la Caasd sostiene que deben determinar la calidad del agua cruda que se utiliza para el abastecimiento público, de manera que no exceda los niveles de contaminación máximos permitidos para el consumo humano.
El laboratorio monitorea periódicamente estas fuentes de agua (los ríos Ozama y Haina y la presa de Valdesia), para certificar que sus niveles de contaminación se mantienen muy por debajo de los máximos permitidos y que pueden ser potabilizadas dentro de los límites que garantizan la salud.
Además, esta unidad provee servicios de análisis de agua para personas y empresas que deseen realizar estudios, como análisis bacteriológico, físico-químico, biológico del agua, granulométrico, residuo líquido, de sulfato de aluminio, de fitoplancton, la determinación de pesticidas y trialomentanos, entre otros.
Los análisis básicos de calidad de agua requeridos por los hogares son gratuitos. Se realizan tomando dos muestras, una dentro de la vivienda y otra en el medidor, de esta manera se determina de dónde proviene la posible contaminación. La responsabilidad de la Caasd llega hasta el medidor, a partir de este, se considera infraestructura domiciliaria y es responsabilidad del ciudadano.
Los estudios con fines comerciales, de permisología o empresariales conllevan un costo para el solicitante. Durante el 2016, la Caasd procesó 766 solicitudes de estudios de distinto tipo, aparte de los procesos diarios que realiza para salvaguardar la potabilidad y la salud de la población que habita la ciudad de Santo Domingo.

10 millones de libras de sulfato de aluminio. El sulfato de aluminio es un importante protagonista en la tarea de servir agua potable.
Es utilizado en las plantas de potabilización en todo el mundo para eliminar la turbidez del agua. Agrupa las partículas pequeñas (tierra, arcilla, otros) en un proceso denominado floculación. Forma grumos que se precipitan al fondo, convirtiendo el agua turbia en agua limpia como primer paso de la potabilización.
Este mineral elimina el 90% de la turbidez que trae el agua cruda, luego se procesa a través de un sistema de filtros de arena y carbón, y se le añade cloro para eliminar bacterias.
Dependiendo del grado de turbidez del agua, se determina la cantidad de sulfato a utilizar. Santo Domingo consumió 10,629,520 libras de sulfato en el 2016.
Sin este ingrediente no existe la posibilidad de suministrar agua potable a la población.
Como medida de seguridad ante cualquier desastre natural o bloqueo marítimo que pudiera producirse, la Caasd guarda un suministro de sulfato de aluminio suficiente para 45 días.

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