Los dominicanos tenemos motivos para esperar con optimismo el porvenir. Las expectativas, con unos cuantos peros, son positivas. Pero arrastramos el lastre del individualismo de nuestras actitudes y aptitudes. Somos referente regional en éxito económico, pero también en malas artes, como corrupción, criminalidad, marginación social y acentuado descrédito de instituciones fundamentales. Nos hace mucha falta modelar una conducta personal enfocada en el bien común, que se acoja al principio del buen vivir, la buena vecindad.

Así como a través de los años hemos ido logrando triunfos en muchos aspectos, tenemos las condiciones necesarias para superar los desafíos del porvenir. Pero necesitamos trabajar para que las familias de menos recursos se sientan auténticos beneficiarios de un éxito del que también son protagonistas. Vencer la pobreza y la marginación tiene que ser una meta permanente de la administración del Estado.
En estos días tan especiales debemos sacar tiempo para meditar sobre la manera en que podemos construir una sociedad mejor, y convertir nuestras conclusiones en un propósito firme. Necesitamos ser mejores familiares, vecinos, compueblanos y, en fin, mejores dominicanos. Tenemos que convencernos de que la comunidad de intereses vitales nos obliga a cuidar lo nuestro y lo ajeno, a practicar la solidaridad.

Enero nos trae un golpe fiscal

A partir del primer día del 2016 la población se enfrentará a nuevas alzas de precios derivadas de la reforma tributaria del 2012. Se trata del alza de tres puntos porcentuales -de 13% a 16%- del Itbis, que se aplicará a una canasta de artículos de primera necesidad en la que están incluidos café, chocolate, yogurt, aceite, azúcar y lácteos. Todo como resultado de una política que evade la búsqueda de un pacto fiscal enfocado hacia mejorar las recaudaciones sobre grandes rentas y mejorar el gasto.

Como es costumbre, el aumento del Itbis en los productos básicos señalados se reflejará en alzas de precios, no solamente en estos renglones, sino también en los productos derivados o elaborados con éstos. De nuevo el impulso del PIB tendrá su énfasis en el consumo, lo que afecta más a los que menos tienen.