La c de la controversia

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La vitamina C es una celebridad entre las vitaminas. Es necesaria para la vida humana y muchas personas le atribuyen poderes mágicos. Una búsqueda ocasional en el Internet, o en su biblioteca local, le revelará que los elogios y la controversia sobre la vitamina C no terminan nunca.

Algunas verdades no se disputan: la vitamina C evita y cura el escorbuto, una enfermedad que, debido a la mejoría en la dieta al nivel mundial, difícilmente se vea ya. Es un antioxidante poderoso, lo que significa que neutraliza radicales libres potencialmente dañinos para nuestro organismo. (Sin embargo, también puede, bajo algunas condiciones, convertirse en un pro-oxidante, lo que significa que puede promover la formación de radicales libres).

Es esencial para una piel y tejido conectivo saludable, y para la absorción de hierro, además de otras funciones. Es soluble en el agua, pero el cuerpo la puede almacenar solo en pequeñas cantidades; el exceso de vitamina C se elimina por los riñones. Por eso, los seres humanos deben consumir vitamina C regularmente. Muchas frutas y vegetales son ricos en esta vitamina, en particular cítricos, pimientos, brócoli, fresas, y el melón cantaloupe. Las carnes y los pescados no contienen nada de vitamina C. La cocción y el procesamiento de los alimentos reduce su contenido.

¿Qué cantidad?

Las guías vigentes del gobierno de Estados Unidos piden 75 miligramos para las mujeres y 90 MG para los hombres -la cantidad presente en es de seis onzas de jugo de naranja. Los fumadores necesitan un extra de 35 mg diarios, al igual que los que están expuestos al humo del tabaco. El límite superior seguro es 2,00 MG. Dósis más altas no son tóxicas, pero pueden causar diarrea. Pero sin importar lo modestas que siguen siendo estas guías, muchas personas creen que la vitamina C evita o cura casi cualquier enfermedad. Linus Pauling fue un brillante químico estadounidense cuya investigación ayudó a revelar la estructura del ADN y que ganó dos premios Nóbel (uno en Química en 1954, y otro por la paz en 1962, por su campaña contra las armas nucleares). Se convirtió en un gran defensor de la vitamina C, al creer que, en efecto, los humanos tienen que sufrir por un tipo de enfermedad por deficiencia de vitamina C, y que las dósis altas serían mágicas. Él y sus colegas insistieron en que megadósis de C (3,000 MG o más al día) evitarían la cura del catarro corriente y el cáncer, entre otros males. Pero los experientos científicos, reiteradamente no lograron respaldar estas teorías, y Pauling, poco a poco, perdió el apoyo de la comunidad científica. Desde 1932 hasta hoy, ninguna vitamina ha sido objeto de más investigaciones. En realidad, la vitamina C ha expandido una industria. Se han hecho miles de estudios sobre la vitamina C, al costo de miles de millones de dólares, Y sin embargo, hemos aprendido muy poco, en cierta forma, al menos los que esperaban curas milagrosas.

A pesar de los miles de estudios realizados desde los años de 1930, lo único cierto es que la vitamina C evita el escorbuto y desempeña otros papeles básicos en la salud humana. Una ingestión entre 75 – 90 MG al día parece ser todo lo que usted necesita realmente. Más, no parece que sea mejor, – excepto en el caso de los fumadores -y entonces, solo se necesitarían 35 MG más. 

Si de todas maneras usted ingiere nueve raciones de frutas y vegetales diariamente, como recomendamos, obtendrá mucha más vitamina C probablemente, 200 0 500 MG al día. No hay pruebas de que se necesite tanta, pero una dieta así es válida para otros nutrientes que, todos juntos, lo ayudarán a mantenerse saludable y puede reducir el riesgo de cáncer y enfermedades cardíacas.

En otras palabras, al tratar de consumir más vitamina C, usted mejorará su dieta. Los suplementos no son necesarios, entonces, ni recomendables.

Revelaciones sobre la vitamina C

Según un extenso análisis de estudios realizado por Cochrane Collaboration (una organización independiente que evalúa investigaciones médicas), en 2004, los suplementos de vitamina C no evitan los resfriados. Hubo algunas evidencias de que pudieran reducir la incidencia de resfriados en condiciones extremas, como en el Ártico, pero esto no ayuda a las personas en condiciones ordinarias.

De acuerdo con Natural Standard (un grupo de científicos que revisa los descubrimientos en la medicina alternativa), no hay pruebas claras de que la vitamina C evite o cure el cáncer, la catarata, o enfermedades cardíacas.

 Un análisis reciente de estudios sobre suplementos antioxidantes, publicado en Journal of the American Medical Asociation, concluyó que las pastillas de vitamina C no ayudan a las personas a vivir más tiempo.

En 2005, investigadores italianos encontraron que altos niveles de vitamina C en la sangre estaban relacionados con las cataratas, lo contrario a las expectativas. Otro estudio no logró encontrar que los antioxidantes, incluyendo la vitamina C, retardaba el desarrollo de las cataratas.

Muchos estudios han demostrado que los fumadores y personas expuestas al “humo de segunda mano” tienen niveles más bajos de vitamina C en la sangre y que necesitan consumir más C, de ahí la recomendación del gobierno de que los fumadores necesitan vitamina C extra. Por supuesto, dejar de fumar y evitar el humo los beneficiaría mucho más.

Hay estudios sobre la vitamina C como posible tratamiento para el cáncer en proceso, pero hasta ahora las noticias no han sido estimulante. También hay algunas preocupaciones de que altas dósis de vitamina C puedan afectar a los pacientes de cáncer, por ejemplo, interfiriendo con la quimioterapia.

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