Barcelona. La escritora sueca Camilla Läckberg, célebre por su serie ambientada en Fjällbacka (Suecia), que acaba de publicar la última entrega de la saga, “La bruja”, considera, en una entrevista con Efe, que “la caza de brujas de hoy en día se lleva a cabo a través de internet».
“La bruja” (Maeva), que se ha puesto a la venta simultáneamente en España y Latinoamérica, es la décima entrega de la saga “Los crímenes de Fjällbacka”, que ya ha superado los 20 millones de ejemplares vendidos en más de cincuenta países. En “La bruja” el lector conoce la desaparición de Linnea, una niña de 4 años, de una granja en las afueras de Fjällbacka, donde 30 años antes se había perdido el rastro de otra niña, que al poco fue hallada muerta.
Entonces, dos adolescentes fueron acusadas y declaradas culpables de su secuestro y asesinato, pero evitaron ir a prisión por ser menores de edad. Una de ellas, Helen, ha llevado una vida apacible en Fjällbacka; la otra, Marie, una actriz de éxito, regresa por primera vez después del suceso para rodar una película.
En la entrevista, Läckberg afirma que en “La bruja”, como ya es habitual, mezcla dos historias diferentes, “una presente y otra histórica, y eso sucedió mientras investigaba las cazas de brujas durante el siglo XVII en Suecia». A la autora le impactó lo poco que hemos cambiado en lo relativo a la mentalidad colectiva y cómo se estructura nuestra sociedad.
“No pude evitar hacer una comparación entre cómo se trata a las mujeres en la sociedad en la que vivimos hoy y en la sociedad de aquel entonces, anterior a la emancipación de la mujer”, afirma.
Este recurso narrativo de un doble eje temporal le permite dar rienda a su “locura por la investigación” y “resulta muy inspirador bucear de este modo en el pasado».
Durante el período de documentación previo a la escritura, Läckberg descubrió que “la caza de brujas en Suecia fue particularmente cruel en las cercanías de Fjällbacka».
“La caza de brujas, pero en el siglo XXI, centra esta nueva novela”, admite la escritora sueca, pues aunque ya no se quema a las mujeres en las plazas, “esa caza de brujas de hoy en día se lleva a cabo a través de internet- la sociedad siempre ha encontrado formas de controlar a las mujeres, tratando de forzarnos a encajar en estereotipos e ideales estrechos».
Fjällbacka ha sido en las diez entregas de la serie un escenario inagotable para las historias de sus novelas y, aunque Läckberg siempre procura plantearse retos y abandonar su zona de confort, no se plantea sacar a sus protagonistas, el policía Patrik y su mujer, la escritora Erika, de ese escenario. “Aunque mis personajes de Fjällbacka se queden en Fjällbacka, estoy escribiendo una nueva serie, una duología en el género de suspense psicológico, que publicaré en 2019”, avanza. Para la autora de “La princesa de hielo”, el matrimonio protagonista de sus novelas, que siempre desarrolla una doble investigación en paralelo, es la pareja perfecta para una novela negra y después de diez novelas se han convertido, añade, en “algo parecido a amigos íntimos».
En “La bruja” subyacen además dos tramas secundarias, el rechazo a unos refugiados sirios y los malos tratos. Läckberg cree que “la creciente xenofobia que estamos experimentando en toda Europa en este momento es muy alarmante y luchar contra esas fuerzas para que la historia no se repita es un asunto que tengo muy presente, del mismo modo que las cuestiones relativas al feminismo y los derechos de las mujeres, porque la violencia contra las mujeres y el aumento del racismo no solo se ven en Suecia, sino en toda Europa».
“Es importante que la ficción se vuelva política cuando sea necesario. ¿Qué estamos enseñando a nuestros hijos? ¿Qué tipo de mundo estamos creando para que crezcan?”, se pregunta la autora sueca, quien se muestra “muy orgullosa de ver que ‘La bruja’ está despertando tanto debate político».