En diferentes países de nuestro planeta se celebra del día 1 al 7 de agosto la semana de la lactancia materna; República Dominicana está entre ellos.
El alimento ideal para el bebé es la leche materna, la cual posee los nutrientes necesarios para su sano crecimiento y le protege de diversas enfermedades. Es un inmenso regalo el que le hace la madre a su hijo al amamantarlo.
A nivel de salud oral, el acto del bebé alimentarse de los pechos de su madre lo beneficia en el desarrollo de los maxilares. El único hueso de la cabeza que tiene movilidad es la mandíbula, y este es de suma importancia en el desarrollo y posterior forma de la cara.
Al nacer, la mandíbula está ubicada posterior al maxilar, gracias al esfuerzo que realiza el recién nacido succionando los pechos, todos los músculos de esa área maduran y se fortalecen, ayudando así a la mandíbula a colocarse en su posición correcta. En definitiva, la lactancia es el estímulo necesario para un correcto desarrollo cráneo-maxilo-facial.
A diferencia del bebé que usa el biberón, el bebé que toma leche del seno materno establece un patrón caracterizado por la ubicación de la lengua correctamente, facilitándose la respiración nasal y por tanto una mejor relación de ambos maxilares.
En el futuro los pacientes que tomaron leche materna tienen menos posibilidades de desarrollar malas oclusiones y problemas cráneo dentomaxilares; en porcentaje son los que menos van a necesitar tratamientos ortodónticos. También las infecciones orales a causa de hongos, bacterias y otros microorganismos patógenos son menos frecuentes cuando se alimenta al recién nacido con leche materna en lugar de biberón. Aún en las mismas condiciones de higiene oral del bebé, al uso del biberón hay que sumarle que generalmente es manipulado por diferentes personas, lo cual dificulta una correcta higiene.
La leche materna garantiza todos los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé, claro está, también están incluido los dientes, encías y maxilares.
El esfuerzo físico que realiza el bebé es mayor durante la toma del pecho que del biberón, esto le produce fatiga y por lo tanto el bebé duerme y descansa mejor.
La leche materna no causa caries por sí sola, sin embargo muchos lactantes la padecen, y es porque luego de lactar, la boca del bebé debe ser higienizada, sobre todo en el horario nocturno, generalmente con una gasa o pañuelo estéril y agua apta para el consumo humano.
La higiene oral debe iniciarse desde el primer día de nacido del bebé, es decir, antes de que tenga su primer diente.
Lactar es un acto de amor hacia los hijos.