“Píndaro, alrededor de las 6:30 de la tarde del viernes 8 de diciembre, fui a Carrefour a comprar unas cervezas para tomarlas con mi pareja tranquilos en casa… Compraría pocas cosas y, según mi factura, pagué a las 7:17 hora en que salí a montarme en mi vehículo… ¡No lo veo!… Busco bien, ya que me pude haber confundido… Sigo buscando.. ¡Nada!… Doy unas 4 vueltas al paqueo… Estaba segura de dónde me estacioné… Me quedé frisada, esperando fuera un error mío… Decido volver a darle otra vuelta al parqueo y, en eso, me encuentro con un seguridad y le digo que no encuentro mi vehículo y que tengo rato buscándolo… Me pregunta dónde me estacioné y así se lo indiqué, a lo que él responde: ‘¡También se robaron el tuyo!’ al tiempo que señala a una pareja pasando por lo mismo… Terminé entonces de comprobar que me habían robado mi sueño… Mi carrito que con mis sudores y ahorros había comprado… Me acerqué a la pareja y comprobé que su vehículo estuvo estacionado al lado del mío… Fue entonces cuando el seguridad se puso en alerta y los demás empezaron a buscar… Luego de movimientos en vano, nos preguntaron por las descripciones, el mío un kía Picanto, rojo, 2016… El de la otra pareja una CRV de la cual desconozco el año…”.
Así empiezan las navidades de Píndaro… Herminio se le acerca entonces a compartir su dolor e indignación… Es a su hija de crianza a la que le han tronchado sus sueños…
“Unos minutos más tarde aparece un supervisor –continúa ella narrando- que nos pidió nuestros datos a la otra pareja y a mi… ‘¡Deben ir a poner la denuncia en El Nueve –dijo-… Más adelante pondremos a su disposición los videos, pero sólo con una orden de la policía’… Ya en compañía de mi pareja, en el km 9 nos atiende un teniente que nos dice entonces que debemos ir al Plan Piloto donde nos tomarán la denuncia… Una vez allá, anotan los datos en una mascota y nos requieren volver a las 8 de la mañana siguiente para tomarnos la denuncia… Estaba al tope y enojada.. Rabia e impotencia jamás sentidas antes”.
Mientras todo esto escucha, Píndaro va experimentando una gran indignación por cómo está la situación de indefensión en nuestro país…
“Al día siguiente regresamos temprano al Plan Piloto y el teniente de turno nos recibe con la expresión: ‘¡A ustedes les toca el km 9!’… Le explicamos las vueltas que dimos el día anterior, pero él vuelve y nos recalca que es en el km 9 que nos toca… Alterada por su actitud, le reclamé del porqué tantos problemas para poner una denuncia si es un servicio que cada ciudadano debe tener y ellos, en vez de colaborar, lo que hacen es hacer más difícil las cosas… Mientras el teniente estaba alterándose, escucha que mi pareja estaba hablando por teléfono con un coronel… Fue entonces cuando dijo que iba a llamar él mismo a la persona que nos atendería en el km 9, dándonos su número para que lo llamásemos… Al llegar, el capitán del Dicrim encargado ya estaba entonces en Carrefour en la verificación de los videos y, por teléfono, nos dijo que nos esperaba allá…”.
“Esto parece la crónica anunciada de una muerte de una ilusión…” – expresa Píndaro…
“Luego de muchísimo rato en el departamento de seguridad de Carrefour –continúa la narración- sale y nos dice que, justo en la sección del parqueo en que los dos vehículos robados estaban estacionados, las cámaras están dañadas y por tanto no se veían los vehículos, pero que el personal del supermercado seguiría tratando de ver si las otras cámaras al otro extremo del parqueo tenían línea de alcance… Casi a las 2 de la tarde aparece un teniente -quien suponemos es el encargado de los casos de robo cuando los vehículos tienen seguro full- para realizar los mismos movimientos de revisión de cámaras que se habían realizado previamente, pero esta vez con un personal de seguridad de Carrefour presente, para confirmar si alguna de las pocas cámaras que estaban funcionando tenía línea de vista… En ese preciso momento, desde el Centro de Monitoreo confirmaron que, a lo lejos, una cámara tenía línea de vista al estacionamiento indicado…¡ Los esfuerzos fueron en vano!… Aún así, seguían diciendo que no veían el vehículo… Con las esperanzas en el suelo, decidimos marcharnos… Retornamos al destacamento del 9, donde nos dijeron que debíamos ir entonces al Plan Piloto…”.
“¡Esas son unas navidades para nunca olvidar! – explota Píndaro…
“El lunes fuimos temprano a Plan Piloto, donde nos tomaron la denuncia que entonces fue considerada ‘oficial’… Me pidieron contar –de nuevo- cómo pasó todo… Me hicieron preguntas -mi dirección, con quién vivo, dónde trabajo, si he tenido problemas con alguien, que cuántas llaves tengo del vehículo, entre otras… Luego, fuimos al seguro a reportar el robo y hacer otro reporte… ‘Debe esperar 90 días para que la policía haga sus investigaciones… Llame en un mes, para ver el estado de su caso’ –me informaron… Sin embargo, días después, un perito de la aseguradora se comunicó conmigo para citarme en Carrefour donde yo debía mostrarle dónde me estacioné ese día y que contarle el mismo rollo… Me recalcó que se estaba en proceso de investigación y que se han visto muchos casos donde personas hacen un auto robo que, aunque este no era el caso, es lo que corresponde …Entonces agregó: ‘Si recibe alguna llamada pidiendo dinero por el vehículo, llame al seguro de inmediato’…Luego de eso, no he tenido información de la policía.. ni de del seguro… Estoy a la espera del tiempo establecido…”.
“¡Es como si el 2018 trajera malos presagios para la juventud! – grita Píndaro -… Yo espero que la administración de ese tan importante centro de ventas y su personal de seguridad, junto a la empresa aseguradora, den una satisfacción plena a estas dos parejas a los que, en un espacio que debe ser protegido porque son clientes fieles a sus esperados servicios, les han robado sus sueños en estas navidades!”.