A pesar de que prácticamente se encuentra en el centro de la ciudad, el Cementerio Nacional de la Avenida Máximo Gómez no escapa al azote de la delincuencia, donde la osadía de los malhechores llega a tal grado que hasta las letras en bronce del  panteón de la Policía Nacional, en la calle central del camposanto, fueron robadas.

En este lugar hay zonas como la cercanía de la María Montés, cerca del panteón de la Policía, y los alrededores de la calle Américo Lugo, que las personas no pueden visitar las tumbas de sus parientes sin la compañía de miembros de la seguridad, porque de lo contrario podrían ser víctimas de los delincuentes.

Tal fue el caso de  Lucía Rosario, que fue a colocar un velón a la tumba de su madre, cerca de la Américo Lugo, pero lo hizo acompañada de dos albañiles que trabajan en el cementerio, claramente identificado.

Este cementerio fue fundado el 4 de julio de 1942, en un área de 43 mil metros cuadrados,  está prácticamente ocupado, aunque existe una circular de la Procuraduría General de la República, que establece siete año y dos meses para remover un cadáver.

Sindicato.  Juan García, secretario general del Sindicato Unidos de Trabajadores del Cementerio Nacional de la Avenida Máximo Gómez,  mostró preocupación por las acciones de los delincuentes y el escaso personal de seguridad, lo que no garantiza la integridad de los visitantes en determinadas áreas.

 El dirigente de la organización compuesta por 121  miembros, que se dedican a labores de albañilería, mantenimiento, herrería, floristería y rezadores, dijo que sus miembros son depurados,  que  se aplican pruebas  antidoping  y se les exige un certificado de buena conducta.

Advirtió a las personas que acostumbran  visitar el camposanto que deben  ser cautos y  solicitar  los servicios de las personas que están claramente identificadas, uniformados y con carné, porque  podrían ser sorprendidos por aquellos que  se esconden detrás de las tumbas. 

Zoom

Depurado

El personal  del sindicato está depurado, y hasta  prueba antidoping  son  aplicadas a sus miembros, además de exigirles un certificado de buena conducta.

Piperos famosos

Hay unos famosos “piperos” que entran al cementerio a inhalar sustancias alucinógenas, estos no respetan siquiera un lugar como ese para cometer sus fechorías.

 Hay pocos  policías

 El administrador del Cementerio, Manuel Núñez,  sugirió al Ayuntamiento del Distrito aumentar la los policías municipales, ya que  solo   hay cuatro  por turno  para cubrir los  43 mil metros cuadrado.