Ladrones se roban hasta el  inodoro de Casa de la Cultura ubicada cerca de destacamento en La Romana 

Ladrones se roban hasta el  inodoro de Casa de la Cultura ubicada cerca de destacamento en La Romana 

La Romana. Moradores de las inmediaciones del cuartel general de la Dirección Regional Este de la Policía con asiento en esta ciudad, denunciaron hoy que los robos y atracos no cesan. Y es que turistas, negocios y hasta la Casa de la Cultura han sido afectados por los ladrones.

El más reciente hecho fue el asalto al colmadón Altagracia, ubicado a solo tres casas de distancia de este destacamento, donde desconocidos penetraron en horas de la madrugada y cargaron con una computadora, una batería, un inversor y hasta gorras que se venden en el negocio.

Lo sorprendente del caso es que no es la primera vez que un hecho de esta magnitud sucede, ya que hace  15 días  delincuentes penetraron a este mismo establecimiento donde cargaron con más de 40 mil pesos, whisky  y cajas de cigarros.

Altagracia Creales, propietaria del negocio, explicó que no entiende cómo es posible que a poca distancia del cuartel policial desaprensivos cometan actos de este tipo ante la mirada indiferente del organismo policial, donde se supone que al menos el perímetro  debería estar resguardado.

Los robos y atracos son tan comunes en esa zona, que la Casa de la Cultura y La Escuela de Bellas Artes, que operan en el mismo local y que funcionan a solo dos esquinas del cuartel fue víctima del robo más grande que haya podido ocurrir, donde hasta las puertas del centro cultural se llevaron los ladrones y los baños fueron desmantelados.

Residentes de esta ciudad han denunciado la gran ola de robos y crímenes que se producen a diario, en especial a turistas que visitan esta zona y afirman que la comunidad se encuentra en pánico  y se siente impotente ante el caso omiso que hace la Policía para enfrentar esta situación.

Pidieron al Jefe de la Policía Nacional, quien antes de ser designado dirigía esta comandancia policial, realizar una visita de supervisión o en su defecto dar las órdenes pertinentes para controlar el auge que está tomando la delincuencia en esta comunidad, donde ya ni en las cercanías del cuartel policial se puede vivir en tranquilidad.

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