Lagarde pide a líderes mundiales acciones «sólidas» para consolidar recuperación

Lagarde pide a líderes mundiales acciones «sólidas» para consolidar recuperación

WASHINGTON. AFP. La economía mundial se está recuperando, pero son necesarias acciones «sólidas» para superar los graves peligros que enfrenta y repartir de manera más equitativa el crecimiento, dijo este jueves la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.  

En una rueda de prensa previa a una reunión entre las principales autoridades económicas del mundo en Washington, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) mencionó varios riesgos que enfrenta la recuperación: la crisis ucraniana, el menor crecimiento de las economías emergentes y la amenaza de deflación en la zona euro.

La recuperación de la economía «es todavía demasiado débil y demasiado lenta (…). Son necesarias acciones sólidas», dijo Lagarde. «Algunos, a pesar del hecho de que el crecimiento se está fortaleciendo, no lo están sintiendo. Todavía tenemos 200 millones de personas desempleadas», agregó.

A pesar de los riesgos, hay algunas señales positivas, por ejemplo el éxito este jueves de una emisión de deuda del país más problemático de la zona euro, Grecia, fuera de los mercados financieros desde 2010.

«Grecia marcha en la dirección correcta» y su retorno a los mercados «está en el horizonte», señaló Lagarde.

Este jueves en la noche y el viernes se reúnen los ministros de Finanzas de los países desarrollados y emergentes del G20 en la capital estadounidense, al margen de las asambleas anuales de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM).

Nuevos rompecabezas. En el horizonte de los dirigentes aparecen varios rompecabezas para resolver, por ejemplo una escalada de la crisis ucraniana. Rusia publicó este jueves una carta enviada por el presidente Vladimir Putin a 18 líderes europeos, en la que amenaza con «cesar total o parcialmente el abastecimiento de gas» a Ucrania.

En una reunión prevista para la tarde del jueves en Washington, los ministros de Finanzas de los países industrializados del G7 se abocarán al tema, que debería destacar en el comunicado del G20 esperado el viernes.

Por su parte, el FMI sigue estudiando su plan de ayuda a Ucrania, que espera someter a consideración de los países miembros a más tardar a principios de mayo.

Al respecto, Lagarde afirmó este jueves que no espera un «fracaso» de la propuesta, a pesar de que en el pasado dos iniciativas de asistencia fallaron por desacuerdos entre el organismo y las autoridades locales.

A fin de marzo, el Fondo había anunciado un preacuerdo para una línea de crédito de 14.000 a 18.000 millones de dólares por dos años para que Ucrania evitara la bancarrota.

El fantasma de la deflación en Europa. El bajo nivel de inflación en Europa también es prioritario en los debates. Si la tendencia se agudiza hasta transformarse en deflación (baja prolongada de los precios al consumo), podría frenar la actividad y aumentar el peso de la deuda sobre las todavía frágiles finanzas públicas europeas.

Este jueves, el FMI volvió a presionar al Banco Central Europeo (BCE) para que implemente medidas «no convencionales» -inspiradas en la Reserva Federal de Estados Unidos- para sostener los precios.

«Creo que ahora será una cuestión de tiempo», pero «mejor temprano que tarde», dijo Lagarde, arriesgándose a provocar al BCE, que no toma muy bien «los generosos consejos» del Fondo, según una expresión irónica de su presidente Mario Draghi.   Los países del G20 también abordarán el objetivo fijado en su reunión en Sidney a finales de febrero de aumentar el crecimiento global en dos puntos porcentuales adicionales de aquí a 2018.

La tarea se presenta difícil. El FMI prevé una actividad «débil» en Europa y teme que el potencial de crecimiento de algunos países emergentes haya «disminuido» a causa de debilidades estructurales.

La organización de lucha contra la pobreza Oxfam se quejó de que no se aborden lo suficiente en estas reuniones las inequidades en el mundo.

Tanto el FMI como el Banco Mundial «han admitido los peligros de una explosión de las desigualdades, pero no muestran ninguna señal concreta de tratar el problema», criticó este jueves en un comunicado Nicolas Mombrial, que dirigela filial de Oxfam en Washington.

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