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SANTIAGO DE CHILE (EFE).- El presidente de Chile, Ricardo Lagos, defendió ayer la política de las Naciones Unidas en Haití, tras la caída del ex mandatario de ese país, Jean Bertrand Arístide, y señaló que una fuerza de paz era necesaria para resguardar el orden en esa nación caribeña.
«Se necesitaba una participación militar para mantener el orden y la estabilidad, pero obviamente que la participación de Naciones Unidas tiene que conllevar un mejoramiento de las condiciones de vida. Ese es el sentido de la tarea de hoy», dijo el mandatario periodistas.
El presidente chileno fue preguntado por las declaraciones de Gerardo Ducos, investigador de Amnistía Internacional para el Caribe, quien afirmó en Londres que las fuerzas de la ONU «fallaron en su primer momento en asegurar la paz».
Lagos destacó que tras la salida del presidente Aristide «ha aumentado el tráfico de armas, lo que genera una atmósfera de inseguridad» en Haití.
El jefe de Estado chileno aseguró que la tarea de las fuerzas de paz de la ONU en esa convulsionada nación caribeña, de la que forman parte militares chilenos, «se está cumpliendo, pero es insatisfactorio si nos quedamos sólo en eso».
«Ese es el sentido de la visita que haré próximamente a Haití», recalcó el mandatario, quien en julio llegará al país caribeño en el marco de una gira que incluirá una visita oficial a Estados Unidos y Jamaica.
Lagos hizo esas declaraciones tras participar en la inauguración del seminario «Democracia, Economía y Ciudadanía» del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que comenzó hoy en la capital chilena.
En Puerto Príncipe, el mandatario chileno se reunirá con el presidente haitiano, Boniface Alexandre, y el Primer Ministro, Gérard Latortue, con los que analizará el futuro desarrollo institucional, económico y social de la nación caribeña.
A comienzos de marzo pasado, Chile envió a Haití un contingente de más de 300 efectivos militares que permaneció por 90 días como parte de la fuerza multinacional provisional de las Naciones Unidas, que también integraron tropas de Canadá, EEUU y Francia.
El pasado 30 de mayo, un nuevo contingente de 165 infantes de marina chilenos partió rumbo a Haití para unirse a la misión de Naciones Unidas con el objetivo de cooperar en la estabilización institucional de esa nación.
A ellos se unió el pasado viernes 25 de este mes otro batallón de 42 soldados.
Estos grupos son la avanzada del nuevo contingente chileno en Haití que sumará 590 soldados y que se incorporará progresivamente a la misión de la ONU, que contará con un total de 6.700 hombres y que conforman Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
