POR GERMAN MARTE
El éxito del modelo chileno reside en que se supo combinar las recetas del llamado “Consenso de Washington” con un conjunto de políticas sociales que beneficiaron a la población.

Al hacer esta afirmación, el ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006) subrayó que en Chile han procurado asegurarse de que en la misma medida que la economía iba creciendo, también la población se beneficiara con más escuelas, más viviendas, más salud y obras de infraestructura, como carreteras.

Sostuvo que buena parte de las medidas sugeridas por el denominado “Consenso de Washington” son de sentido común, como es el caso de hay que tener un presupuesto equilibrado.

 “Eso no es de derecha, ni de izquierda, ni neoliberal, ni conservador, ni revolucionario, ¿Qué hace usted si gana cien pesos? Pues vive con cien pesos, si tiene que apretarse el cinturón, lo hace. Nadie puede vivir con un déficit permanente, y tampoco los países”, dijo Lagos.

Al participar como invitado en un encuentro de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio, Lagos adujo que cuando la gente oye que la economía creció, siente que es cierto porque mejoró un poco la escuela donde manda a sus hijos, o mejoró la salud.

En eso, aseveró, Chile ha sido muy poco ortodoxo, pues aplicó políticas que no estaban en el consenso, pero que le permitieron bajar los niveles de pobreza de 40 a 20% y durante su mandato también logró bajar aún más.

Y aseguró que ha sido precisamente ese éxito en materia social, lo que ha hecho que los chilenos, haya premiado a la coalición de partidos opuesta a Pinochet con cuatro triunfos electorales consecutivos, algo sin precedentes en la historia del país.

FORTALEZA INSTITUCIONAL

Ricardo Lagos señaló que Chile era un país muy pobre, donde no había oro, plata, ni ninguna otra gran riqueza, y eso provocó que desde lo tiempo de la colonia los chilenos tuvieron que trabajar muy duro y fortalecer sus instituciones.

Explicó que en principio en su país se estableció un presidencialismo fuerte, donde los presidentes podía reelegirse una vez, “y ahí surgieron los primeros cuatro decenios de la historia de Chile, presidentes todos los cuales fueron reelectos, y después que el cuarto presidente fue reelecto se dijo no más reelección, y hasta el día de hoy”.

Y desde entonces eso ha moldeado las instituciones en Chile, donde hay partidos políticos relativamente fuertes.

COMO ENFRENTARON A PINOCHET

Hasta la forma de enfrentar a Augusto Pinochet fue democrática, dijo Lagos, refiriéndose a como lograron derrotar una de las más sanguinarias dictaduras que haya conocido el continente.

“Hubo un gran debate de si debía haber un mecanismo violento para enfrentarlo o un mecanismo democrático, y la decisión que hubo en la oposición fue esa”, y por eso la oposición decidió participar en el plebiscito “y decir No” a la dictadura, “y eso nos parecía más a tono con nuestra tradición”, manifestó.

Lagos acotó que cuando se conformó la coalición de partidos opositores a Pinochet no pensaron que duraría 20 años, sino que la concertación era para decir “No”, y después cada partido a lo suyo.

Empero, subrayó, el mérito del presidente Patricio Aylwin (electo en diciembre de 1989) el primero post Pinochet, fue entender que los desafíos de la transición de dictadura a democracia era uno, pero era más difícil el otro desafío: un país pobre que se quiere desarrollar.

 LA IZQUIERDA EN LATINOAMERICA

A juicio del ex presidente Lagos, lo que se ha producido en América Latina con la elección de regímenes de izquierda, probablemente, sea resultado de las políticas económicas orientadas según el llamado “Consenso de Washington” y la sensación de los pueblos de que hicieron la tarea, pero sin que les haya llegado nada”, y por lo tanto los ciudadanos han decidido explorar otros caminos.

El “Consenso de Washington” plantea la apertura de mercado, disciplina presupuestaria, cambios en las prioridades del gasto público, ampliar la base de los impuestos, liberalización financiera, especialmente del interés, búsqueda de tasa de cambio “competitivas”, liberalización comercial, apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas, privatizaciones, desregulaciones y garantías de los derechos de propiedad.

Empero, Lagos explicó que los pueblos vieron entonces que el “Consenso de Washington” sin políticas sociales no iba a funcionar, porque el mercado por sí sólo resuelve el problema de la desigualdad.

“Lo que ha pasado en buena parte de América Latina son ejercicios en otra dirección. Yo le veo un lado positivo a esto: se ha resuelto todo con la democracia, usted eligió un líder sindical –como Lula- presidente de un gigante como es Brasil, o eligió a un líder indígena como es Evo Morales, o eligió una mujer en Chile, que también es un ejercicio democrático”.

Otro elemento importante es, según Lagos, cómo enfrentan estos países una globalización que llegó para quedarse.

Y señaló que no todos los países reaccionan de la misma manera. Precisó que países grandes como Brasil tiende a proteger más su mercado y tratan de ver cuánto tiempo pueden demorarse en bajar los aranceles, mientras los pequeños bajan antes los aranceles y siguen negociando. Resaltó que la forma como se enfrenta la globalización guarda una gran relación con la realidad interna de cada país.

A la larga, indicó, lo que se impondrá en América Latina es un sistema democrático, y subrayó que en los últimos años han caído 15 presidentes que no pudieron terminar sus mandatos, pero en todos los casos se mantuvo la forma democrática, asumió el vicepresidente, el presidente del Senado, todo dentro de la Constitución.

En segundo lugar, ya todos los países saben cómo debe administrarse una nación: Presupuesto equilibrado, Banco Central autónomo, etcétera.

Por eso, considera que más que un giro a la izquierda, la región va en busca de gobiernos que satisfagan las necesidades de la mayoría.

“Pero también nuestros pueblos saben que no hay atajos rápidos, por lo tanto hay que esforzarse por crecer y asegurarnos que el crecimiento (económico) llegue a todos”, y eso requiere políticas públicas que no las hay en el mercado.

Explicó que el mercado funciona para buscar recursos, pero no todos consumen igual, y si se deja que todo lo haga el mercado, se va a reproducir en la sociedad, las desigualdades que hay en el mercado, entre los consumidores.

Indicó que las políticas públicas la definen el Presidente y el Congreso, y en ese sentido es muy importante garantizar eficiencia en las políticas públicas. Empero, advirtió que todo depende de la realidad concreta de cada país.