Lamborghini hizo entrega del Aventador No. 1000. Se trata de una unidad que irá a Alemania. Su dueño, el arquitecto Hans Scheidecker, recibió su auto personalmente de las manos de su compatriota Stephan Winkelmann, CEO de Lamborghini. El arquitecto dueño del Aventador es un fan de Lamborghini y ya posee un Diablo en su garaje.

Además de una muestra de buena salud para la marca, es la prueba flagrante de los progresos en productividad que ha realizado el fabricante italiano. El Aventador No. 1000 llega un año y tres meses después de su lanzamiento, mientras que el Murciélago No.1000 salió de fábrica en 2004 tras tres años de su debut en el salón de Fráncfort de 2001. La producción total del Murciélago alcanzó las 4.099 unidades a lo largo de sus nueve años de existencia.

La producción del Aventador pasó de 3 autos al día durante el tercer trimestre de 2011 a 4,5 unidades diarias en la actualidad. Con el estado actual de los pedidos, la producción está asegurada para el próximo año y medio.

Pero no es nada en comparación con las cifras de producción del Gallardo. El chasis No.10.000 salió de fábrica en 2010 (fue a parar a un cliente chino) y hoy se está acercando a las 12.000 unidades fabricadas.