Lamentable lo que está ocurriendo

Lamentable lo que está ocurriendo

MANUEL A. GARCÍA SALETA
Es desconcertante e increíble lo que está sucediendo en la sociedad dominicana en estos momentos tan difíciles para esta nación, la cual está enfrentando y luchando en contra del narcotráfico y el lavado de dinero acompañado de un bandolerismo que tiene aterrada a todas las familias que componen el conglomerado de esta sociedad. No hay garantía ni seguridad para nadie; asaltan, violan y roban impunemente, porque desgraciadamente el dinero del narco ha corrompido una gran parte de la Policía Nacional, las fuerzas Armadas y las Instituciones del Estado, como han denunciado los nuevos jefe de esas instituciones castrenses y algunos de los nuevos funcionarios gubernamentales.

Sin duda alguna lo más preocupante de todas estas cosas que están ocurriendo actualmente, es contemplar como prominentes abogados, han dejado su postura civilista, patriótica y nacionalista, para irse a los estrados a defender lo indefendible, olvidando el efecto moral que puede esa actitud de ellos representar a su propia familia y toda la sociedad decente y honrada que todavía queda en este pueblo. Sabemos que su servicio será muy bien pagado, pero no deben olvidar que el dinero que van a recibir por esos servicios, provienen del lavado y que posiblemente no lo podrán gozar, porque serán incautados por las autoridades correspondientes. Pero aun puedan cobrarlos, sus hijos, sus nietos, biznietos y tataranietos le enrostraran que su riqueza viene de un origen maldito, producto de la venta de ese menjurje que daña a la niñez, a la juventud y a todos los que la usan, porque sus efectos los convierte en unos parias de la sociedad. Con ese dinero Usted podrán comprar casas lujosas, vehículos mercedes Benz y todos los placeres que da el dinero pero jamás volverán a tener de su pueblo, el aprecio y el respeto que gozaron anteriormente de él.

Maldito sean el dinero que daña la conciencia de los hombres buenos, inteligentes y preparados que lo lleva a la sima de donde no regresan jamás.

Tengo la esperanza todavía que esos abogados tan importantes y que hemos admirados tanto por su postura honesta y en defensa de su pueblo, regresen a su anterior posición para satisfacción y alegría de quienes los hemos admirados y respetado por su actitud valiente e importante que ayer tenían.

Les pido y les ruego que mediten un momento y comprendan que esos millones que van a recibir en pago de su trabajo, no le va a dar la misma satisfacción que recibieron cuando actuaban a favor de su pueblo, luchando porque fueran sancionados los criminales que habían matado a tanto jóvenes útiles de nuestra sociedad y sin embargo ahora deciden ir a defender a los peores criminales que matan masivamente a tantos niños y jóvenes a nivel mundial, con sus drogas dañinas y perjudiciales para la salud mental de todo el que la usa.

Dañar una conducta de tantos años como defensores de un pueblo desamparado y desprotegido de la sociedad en que viven, es algo inconcebible para los que creemos en la felicidad y el bienestar de nuestros conciudadanos. Esto es realmente penoso y lamentable.

Que Dios los ilumines para que en vez de ser defensores de esos apátridas, se conviertan de nuevo en sus acusadores, para que el país tenga la tranquilidad y la confianza, que esos pervertidos de las drogas vayan a la cárcel y no les hagan más daño a la juventud dominicana, como hasta ahora ha sucedido.

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