Lamentan muerte del jurista y poeta Lupo Hernández Rueda

Lamentan muerte del  jurista y  poeta  Lupo Hernández Rueda

Personas de diversos ámbitos lamentaron ayer la muerte del jurista y escritor Lupo Hernández Rueda, uno de los principales integrantes de la Generación del 48 y co-autor del actual Código Dominicano del Trabajo, quien falleció el domingo a la edad de 87 años en su residencia, tras sufrir serios quebrantos de salud.
Sus restos están expuestos en la capilla E de la funeraria Blandido de la Abraham Lincoln desde ayer a las 4:00 p.m, y será sepultado hoy a las cuatro de la tarde en el cementerio Cristo Redentor.
Le sobreviven Gloria Contreras, con quien estuvo casado 61 años; sus hijos Raquel, Gloria María, Lupo Alfonso y Carlos Hernández Contreras; también 20 nietos y seis biznietos.
Su hijo Carlos Hernández Contreras refirió que el sábado pasado su padre se vio afectado por una infección de la orina que degeneró en una pulmonía que terminó afectando su respiración.
Con la profunda tristeza que le causa la muerte de su padre, expresó que el mejor legado que puede dejar a su familia y a la sociedad es su amor al trabajo, a los estudios, a la lectura, a la escritura, al arte, a la literatura y a la defensa de los mejores intereses del país.
“Su impronta en la literatura dominicana está ahí. Obtuvo unos cinco Premios Nacional de Poesía, un Premio Nacional de ensayo y además Premio Nacional de Literatura en 1997. Es el padre del derecho laboral dominicano”, resaltó.
Un legado de Hernández Rueda que no se ve es que transmitió sus conocimientos a cientos de discípulos de varias generaciones, que se han destacado como abogados, inclusive muchos han ocupado importantes cargos en la judicatura nacional, contaron sus allegados.

Hernández Contreras resalta que su padre tuvo tiempo para ser buen esposo, padre, abuelo y a la vez jurista, catedrático, poeta y catedrático de centros de altos estudios como la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU)
Estudio en la Universidad de Santo Domingo, hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo, y recibió el título de profesor honoris causa de diversas universidades del país. Fue reconocido en toda América.
En sus últimos años de vida, Lupo Hernández, exponente de la agrupación la “Poesía Sorprendida”, estuvo apartado de la opinión pública por los problemas de salud que padecía. Entre las instituciones a las que perteneció y en algunos casos fundó, está el Ministerio de Cultura, la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores (ADPE).
Ayer el exvice presidente Rafael Alburquerque, amigo y compañero en la elaboración del Código de Trabajo, calificó a Hernández Rueda como un hombre de muchas facetas, con las que aportó al país. Afirmó que dejó un gran legado.
El diputado y Premio Nacional de Literatura, Tony Raful, lo calificó como uno de los grandes iconos de la literatura dominicana.
En el velatorio estaban Abel Rodríguez del Orbe, Eric Rivero, Manuel Núñez Juarez Castillo, Héctor Zapata y el senador José Rafael Vargas, entre otros.

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