La muerte de 53 personas en un tiroteo en el club nocturno gay Pulse, de Orlando, Florida, en Estados Unidos, la madrugada del pasado sábado, perpetrado por Omar Saddiqui Mateen, también ha enlutado a República Dominicana, ya que dentro de las víctimas hay dos jóvenes dominicanos.

Los muertos son Juan Ramón Guerrero de 22 años y Oscar Aracena Montero, de 26, cuya muerte era lamentada ayer por familiares y amigos en el ensanche Ozama, en Santo Domingo Este, donde vivió hasta los 18 años cuando viajó a Estados Unidos, a vivir con su padre. Viajaría al país en unas semanas a buscar a su madre a quien gestionaba residencia estadounidense.

Ayer el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que por instrucciones del presidente Danilo Medina “nuestros funcionarios consulares se mantienen en contacto con las autoridades locales y los dominicanos que residen en la ciudad de Orlando, ya que nuestra misión, es proteger y velar por el bienestar de nuestros compatriotas”.

Aracena Montero, quien hace ocho años se fue del país a residir en Orlando, era gerente de un restaurante de la cadena internacional de comida rápida McDonald. Era de Santo Domingo, específicamente del ensanche Ozama, donde vivió con su madre Altagracia Montero Díaz y sus hermanas menores María y Kackeryn Martínez, hasta que terminó el bachillerato y se fue a vivir con su padre, Ambiorix Aracena, a Estados Unidos para continuar con sus estudios.

Mientras Guerrero oriundo de San Cristóbal, era hijo Romer Guerrero y sobrino de la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Palenque.

Impactadas. La madre y dos hermanas de Oscar Aracena aún no salen del impacto que le causó la llamada del padre de este para decirle que había muerto, sobre todo porque esperaban que él viniera al país a terminar los trámites de su residencia.

Altagracia Montero recuerda que hace cuatro días habló con su hijo por última vez, quien estaba de vacaciones y decidió viajar a Nueva York y a las cataratas de Niágara en Canadá. Regresaron el viernes a Orlando y en la madrugada del sábado decidió ir al club Pulse donde se ofrecía “una fiesta estilo latino”, le acompañó su pareja, el venezolano Simón A. Carrillo Fernández, de 31 años, quien murió en el tiroteo.

Su hermana Katerine contó que pasada las 1:00 de la madrugada del sábado, unos minutos ante del atentado, su hermano le escribió por whatsApp ¿manita qué tú haces?, pero ella no vio el mensaje en ese momento, sino en la mañana, cuando le envió varios mensajes pero él no le contestó nunca.

Vecinos lamentan. Decenas de personas entran y salen de la casa del tío de Oscar, donde viven su madre y hermanas en el ensanche Ozama desde que se enteraron de la muerte del joven, a quien recuerdan como muy inteligente y amigable. Una vecina expresó: “ya no estamos seguros en ningún lado”.