Tiene un niño pequeño? ¿No le gusta dormir solo? ¿Le teme a la oscuridad?, pues le contamos que una posible solución a esos problemas es una lámpara quitamiedos.
Estos puntos de luz funcionan como referencia durante toda la noche para que sus hijos puedan disfrutar de “dulces sueños”. También funcionan para que el cuarto esté iluminado, si ellos necesitan despertar a medianoche.
Lo recomendable es que las lámparas tengan una bombilla que genere una luz tenue y de poco brillo, pues si se coloca una de potente iluminación, provocaría un efecto contrario, afectando así el descanso de sus pequeños.
Además, una adecuada luz nocturna les permite estar tranquilos y reconocer su entorno.
Pero el uso de las lámparas quitamiedos no solo se limita a combatir el temor a la oscuridad; funcionan como un fantástico complemento en la decoración de la habitación.
Al decidir comprarla, escoja una que vaya acorde con la decoración de la habitación. Que combine con las cortinas, las sábanas, el color de la pared…
En el mercado hay de todas formas y tamaños: las que van en el piso, el techo o la mesita de noche, que producen sonidos, en forma de muñecos que se iluminan o que proyectan estrellitas y luces en las paredes o el techo. También vienen en forma de animales pequeños, frutas, postres, nubes, lunas, dibujos animados.