POR UBALDO GUZMAN M.
El secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, inauguró ayer la reunión preparatoria de la “IX Conferencia Iberoamericana de Cultura y Cumbre de Jefes de Estado Iberoamericanos”, que se celebrará este año en Montevideo, Uruguay.

En el encuentro, que concluye hoy, participan representantes de 19 países, entre ellos Ignacio Saavedra, de Argentina; Teresa Soliz, de Bolivia; Alfredo Mendes, de Brasil; Pilar Entrala, de Chile; Ismael González, de Cuba; Alberto Fierro, de México y Silvia Díaz Alvarado, de Venezuela.

En su discurso de inauguración, Lantigua dijo que la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) expresa, dentro de sus objetivos y finalidad, una promesa de realizaciones concretas en el campo cultural y, al mismo tiempo, ser un canalizador vital para establecer y examinar los retos de la cultura en el desarrollo integral de Iberoamérica. Expresó su regocijo por la aceptación en la agenda de trabajo de la reunión de la propuesta sometida por la cartera para la creación de Núcleos de Acción para el Desarrollo y la Cultura Iberoamericana, cuya finalidad es la de coordinar en cada país el levantamiento de información sobre los proyectos y programas vinculadas a la cultura y el desarrollo.

Lantigua manifestó, asimismo, su satisfacción por la inclusión en la agenda de trabajo del proyecto de Observatorio del Desarrollo Cultural, que es un instrumento fundamental para compartir estrategias, experiencias, conocimientos, objetivos y prácticas culturales.

De su lado, Rosario Fernández, quien habló en representación del secretario general de la OEI, Francisco Piñón, señaló que  el momento actual es de máxima trascendencia para el espacio iberoamericano, a fin de proponer acuerdos dirigidos a la protección y el reconocimiento de la identidad cultural.

A su juicio, Iberoamérica se encuentra en el momento del boom de la diversidad cultural, como diría Martin Oppenheimer.

Indicó que la región, con un acervo cultural común, ha sabido desarrollar y conservar sus raíces múltiples.

Expresó que no se trata de culturas simplemente yuxtapuestas, sino que la realidad es que la suma de todas es superior a las partes.

Consideró que la diversidad cultural es la mayor riqueza que Iberoamérica puede ofrecer para incorporarse a la globalización.

Lamentó que Iberoamérica, a pesar de esa riqueza, presenta una enorme debilidad: ser la región más inequitativa del planeta, debido a los millones de pobres. Precisó que aunque pobreza y cultura no son sinónimos están íntimamente ligados.

Cree que conseguir la cohesión social en la región constituye en la máxima aspiración y que la República Dominicana pone sobre la mesa un documento que destaca el papel fundamental que la cultura puede jugar en los logros de los Objetivos del Milenio y en el desarrollo social y sostenible de la región.

Entre los temas de la agenda figuran la contribución de la cultura a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, Carta Cultural Iberoamericana y el Observatorio de Desarrollo Cultural.