POR UBALDO GUZMAN M.
El secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, negó que del Archivo Nacional de Música se hayan perdido importantes documentos, como denunció el etnomúsico Julio César Paulino, antiguo incumbente. “Extraña sobremanera conocer de labios del señor Paulino, el director de tantos años de ese almacén sin pretensiones de Archivo Nacional, de que documentos del mismo fueron  arrojados al zafacón, cuando el único responsable de todo lo ocurrido allí fue él y nadie más”, consideró Lantigua.

En una misiva de cinco páginas remitida al director de HOY, Mario Alvarez Dugan, el funcionario también expresa que cuando los funcionarios de Cultura llegaron al lugar, “ya todo estaba consumado”.

Considera que la denuncia de Paulino es una muestra inequívoca de irresponsabilidad y lamenta que haya sido secundada por el barítono Fausto Cepeda.

La denuncia sobre la desaparición de importantes documentos del Archivo Nacional de Música fue publicada por la periodista Angela Peña en la sección Areíto, de HOY, el pasado sábado.

Indica que todos los documentos recuperados del almacén que servía como Archivo Nacional de Música están en la Dirección General de Bellas Artes. Precisa que una parte de la documentación estaba inservible y era irrecuperable, mientras otra parte puede estar en manos de particulares, pues la depredación de los archivos nacionales ha sido una constante histórica en el país.

Señala que el Archivo Nacional de Música fue recibido por la actual gestión de Cultura en una situación deplorable, con los documentos desordenados y parte de ellos inservibles, en medio de unas instalaciones inadecuadas.

“Poseemos videos y fotografías de las condiciones en que encontramos ese almacén de depósito de documentos que no tenía ninguna condición de Archivo Nacional”, dice la misiva.

Añade que ubicado en el recinto de dos pequeñas plantas de la Plaza del Conservatorio, el “supuesto” Archivo Nacional de Música estaba lleno de plagas y hasta funcionaba un vivero dentro del mismo.

Recuerda que los documentos, instrumentos musicales, fotografías y papelería estaban casi en su totalidad dañados por los gérmenes o en vías de descomposición total, cuando las autoridades de Bellas Artes acudieron al lugar.

Según Lantigua, el director de entonces del Archivo Nacional de Música actuó con un total sentido de irresponsabilidad y de falta de carácter profesional frente a un material de tanto valor que había quedado por años bajo su tutela y que el personal ni siquiera pasaba por ahí.

Recuerda que cuando llegó a las oficinas al inicio de su actual gestión encontró abiertas las puertas de las oficinas, no había autoridad u oficinista alguno, y apenas una señora que dormía en el lugar, sin manifestar ninguna aprensión sobre cualquier documento que hubiera podido llevarse.

Expresa que al día siguiente dispuso el cierre del local, la cancelación del director, la evaluación de las condiciones del lugar por parte del Centro Nacional de Conservación de Documentos, la fumigación y el retiro de

56 cajas de lo que pudo salvarse en la debacle hacia Bellas Artes.

Manifiesta que esas cajas pasarán en los próximos días al Archivo General de la Nación, donde siempre debían estar.

Señala que se han tocado teclas que se revertirán contra quienes han intentado dañar la imagen de una gestión cultural que ha sido la única en preocuparse en la recuperación y resguardo de la documentación histórica dominicana.

Según Lantigua, la Secretaría de Cultura desde hace más de un año trabaja en la creación del Museo de la Música, que sustituirá al Archivo Nacional de Música, cuya labor descansa en musicólogos, folcloristas, educadores musicales y museógrafos.

Por otro lado, afirma que nunca existió ningún expediente o documentación con carácter legal de los derechos de autor del Himno Nacional por parte de nadie, pero tampoco informe oficial o concluyente de que haya sido realizada alguna investigación en ese sentido.

Lantigua expresa que las investigaciones hechas por la profesora María de Fátima Geraldes determinaron que desde su creación esa entidad nunca tuvo en sus archivos el manuscrito del Himno Nacional.

Considera que José Reyes es el auténtico e invariable autor de las letras de la canción a la patria y que intentar echar sombras sobre esa autenticidad es casi un crimen de lesa patria, como ha pretendido Paulino.

Sugiere que se investiguen las documentaciones que puedan estar en poder de Paulino, pues hace pocos meses visitó el país Jesús Gómez Cairo, director del Museo de la Música de La Habana, a quien le entregó sin reparo documentos y discos originales del Archivo Nacional de Música.

Indicó que tal fue la impresión de Gómez Cairo ante ese donativo que, en vista de la importancia de los materiales, los devolvió a Bernarda Jorge, directora de Bellas Artes.