POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, pidió ayer a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que ayude a Haití con respeto y efectividad y mediante planes concretos.

Al pronunciar un discurso en la “33a. Conferencia General de la UNESCO” que se celebra en París, Francia, Lantigua dijo que Haití merece la solidaridad de todo el mundo para que, junto a otras instancias de la ONU, se realice un gran proyecto en pro del establecimiento de la democracia, la reconstrucción de las escuelas públicas y el mejoramiento de las estructuras de promoción al desarrollo cultural.

Lantigua también solicitó el restablecimiento de una oficina de la UNESCO en Santo Domingo, “la que podría formular proyectos que mitiguen los efectos adversos que la actual situación genera en el territorio que compartimos juntos a la hermana República de Haití».

Expresó que con esa acción, el país podría relanzar los trabajos de la UNESCO, al fortalecer los eslabones que permanecen débiles en pos de la democracia y la cultura de la región.

Según Lantigua, la República Dominicana considera que las Naciones Unidas, a través de sus diversos organismos, debe poner particular atención a la vulnerabilidad que viven algunos países en la construcción de sus democracias, en la que se ven imposibilitados de potencializar su desarrollo cultural.

Indicó que no puede existir orden alguno a escala nacional o planetaria que no se fundamente en la diversidad, la tolerancia, la democracia y el respeto a los derechos humanos.

Expresó que sobre el futuro de los países en vías de desarrollo se ciernen grandes desafíos, producto de las asimetrías en que subsisten naciones y Estados.

Criticó la xenofobia y la discriminación, derivada de la creciente diversidad étnica de las sociedades de las naciones en vías de desarrollo y la compleja situación de la migración contemporánea, o problemas como la exclusión social que las nuevas tecnologías producen por el rezago en el nivel educativo.

«Estamos inmersos en un espacio histórico que succiona desde grandes centros de fuerza centrífuga, tanto en lo económico como en lo tecnológico y cultural, produciendo confusiones e incertidumbres entre las naciones con menor desarrollo y poder», dijo el secretario de Cultura.

Consideró que reequilibrar el mundo y construir mayor equidad es la tarea de estos tiempos, de manera que, al igual que se debe actuar ante las amenazas en biodiversidad y la irracionalidad del manejo del medio ambiente, la diversidad cultural requiere que se redoblen los esfuerzos para preservarla, fortalecerla y compartirla.

La cultura, la identidad y democracia, dijo Lantigua, resurgen como una fuerza poderosa para afirmar los valores de la humanidad, alcanzar el derecho a la universalidad y bienestar de los pueblos.

Expresó que la sociedad y el Estado dominicanos reivindican los esfuerzos contraídos por la UNESCO para la defensa de la diversidad cultural y, con ello, la búsqueda de una acción normativa que asiente criterios jurídicos internacionales en esa dirección.

Valoró el proyecto de convención de protección y promoción de la diversidad de contenidos culturales y expresiones artísticas que durante esos dos últimos años ha sido ampliamente discutido y consensuado.

Resaltó los esfuerzos realizados por la UNESCO para dotar al país de otros instrumentos normativos, como el proyecto de Convención contra el Dopaje en el Deporte y la Declaración de Normas Universales sobre Bioética y Derechos Humanos, destinados a enfrentar los grandes desafíos de esta época.

Apoyó que el programa para el 2006-2007 defina como prioridad la educación básica y muy especialmente la erradicación del analfabetismo y la elevación de la calidad de la enseñanza.

Resaltó la atención prestada al manejo de los recursos hidráulicos y la creación de capacidades en ciencias básicas, así como la promoción de la diversidad cultural, centrando su acción en la preservación del patrimonio material e inmaterial y el diálogo entre culturas y civilizaciones como principio de las relaciones internacionales.