El mercado cambiario está caracterizado por la falta de escrúpulos, por actitudes deleznables, consideró Eligio Jáquez, coordinador del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH).
Jáquez, quien además es secretario de Agricultura, cuestionó a los cambistas que obtienen grandes beneficios comprando dólares a una tasa baja, para luego venderlos más caros.
Esta semana el dólar se cotiza entre RD$46 y RD$48 para la compra, pero según las reseñas periodísticas la venta oscila entre RD$54 y RD$55.
En ese sentido, el funcionario planteó que el gobierno no tiene posibilidad de regular el margen de beneficio de los canjeadores de divisas, porque el artículo 24 de la Ley Monetaria lo prohíbe, dado que transfiere al sector privado el sistema cambiario al sacarlo del Banco Central.
«La referida disposición maniató a los gobiernos dominicanos, por lo que creo que tendrá que venir el momento en que eso se revise y son muchas las recomendaciones que coinciden en esa dirección, de que en momentos de dificultad del gobierno asuma el control de las divisas», manifestó en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Respecto a las dificultades que han tenido las autoridades monetarias para controlar la tasa del dólar, Jáquez refirió que hubo que desestimar la decisión de enfrentar el alza de la moneda con el auxilio de la fuerza pública, porque la misma dificultaba las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En diciembre del 2003 el presidente Hipólito Mejía creó una Dirección Nacional de Seguridad Financiera, compuesta por organismos militares, que estaría encargada del análisis, tratamiento y transmisión de información para prevenir operaciones contrarias a la Ley Monetaria.
[b]CONTROL DEL DÓLAR[/b]
Al referirse a los antecedentes de esa medida, el funcionario explicó que el presidente Mejía se reunió con los agentes de cambio para informarles que, con la ayuda de las Fuerzas Armadas, el gobierno tenía la intención de ayudarles a armonizar el mercado cambiario, ya que en las manos de los cambista había dado demasiado tumbos.
«Ese día la tasa estaba a RD$45 por US$1 y quince días después de esa reunión se cotizaba a RD$35 por US$1. Pero entonces comenzaron una serie de conjeturas de algunos embajadores y de representantes del FMI que decían que eso estaba dificultando el avance de las negociaciones con ese organismo multilateral.
«El Presidente le comentó a un emisario de un organismo multilateral que el método que él le había sugerido a los generadores de divisas le había dado resultado, de acuerdo al interés común de bajar la prima, pero que si eso dificultaba el avance de las negociaciones con el FMI él se echaría a un lado».
A cambio, refirió, él quería que los emisarios del FMI le garantizaran que el acuerdo stand by (con los desembolsos, las aperturas, las negociaciones bilaterales, las condonaciones o reprogramación de deudas) sería una garantía de estabilidad de la moneda y podría servir para abonar la confianza perdida a raíz de la quiebra de los bancos Intercontinental, Nacional de Crédito y Mercantil.
Sobre el convenio, mediante el cual el país recibirá alrededor de US$700 millones, Jáquez tiene la esperanza de que con este se reencause la economía y se estabilice la moneda.
«Ojalá que no haya que hacer ninguna declaratoria de emergencia, ni asumir ningún compromiso que haga difícil la vida de los dominicanos, porque para firmar con el FMI ha sido necesario asumir una serie de medidas de orden fiscal que, evidentemente, afectan el costo de la vida», expresó.
[b]ESPECULACIÓN[/b]
Para Jáquez no solamente el sector cambiario carece de escrúpulos, sino en casi todo lo que se mercadea en la República Dominicana.
Criticó que mientras los granjeros venden los huevos a RD$1.90 en los colmados los precios al consumidor oscilen entre RD$4 y hasta RD$5. «Es que los comerciantes quieren sacarle a los artículos de consumo básico lo que necesitan para pagar la luz».
Controla la especulación en ese ramo también ha sido difícil, de acuerdo a sus explicaciones. Citó que cuando el director de Control de Precios pidió el auxilio de la fuerza pública para tomar medidas al respecto, comenzaron las presiones.
«El secretario de Agricultura recibió presiones, la secretaria de Industria y Comercio, y hubo gente que le dijo al Presidente que eso era anticuado… entonces aquí las cosas no son fáciles».