SAN JUAN. AP. Trabajadores molestos por los 16,970 despidos de empleados públicos en Puerto Rico bloquearon ayer una de las entradas a la casa de gobierno, mientras que un ciudadano le lanzó un huevo al gobernador Luis Fortuño en una actividad pública.
Agentes policiales desmantelaron a la fuerza un campamento con el cual trabajadores bloqueaban una de las entradas a la mansión ejecutiva en San Juan.
Los policías golpearon con sus macanas a los trabajadores.
Varios periodistas también resultaron agredidos en medio del tumulto.