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PORTO ALEGRE, Brasil (AFP).- Más de mil organizaciones sociales que participan en Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre lanzaron este jueves un ambicioso plan contra la pobreza y reclamaron que se tomen en cuenta los intereses de los países del sur en las negociaciones de la OMC.
La iniciativa, impulsada por el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y promovida por la organización no gubernamental «Global Call To Action Against Poverty», busca evitar que cada día sigan muriendo en el mundo 24.000 personas por causa del hambre, y más de mil millones tengan que tomar agua contaminada para no morir de sed, según cifras divulgadas por esa organización.
Al lanzamiento del plan fue invitado el mandatario brasileño, quien promueve una acción internacional contra el hambre, que ya ha recibido el respaldo de sus colegas de España, Chile, Francia y del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Lula alabó la decisión del FSM de haber adoptado esta iniciativa como su principal bandera de lucha, en un discurso que pronunció durante el acto, realizado en el coliseo cubierto Gigantinho de esta ciudad del sur de Brasil, donde delibera el foro hasta el próximo 31 de enero.
«Ustedes están dando un paso histórico al dejar de discutir temas para unirse en torno de un sólo objetivo: la lucha contra el hambre», dijo Lula.
En un gesto de demostración de su compromiso con esa iniciativa, Lula anudó en su muñeca una cinta blanca marcada con la leyenda: «Llamado global para la acción contra la pobreza», que recibió de manos de John Samuel, miembro de una de las organizaciones promotoras.
Los dos entrelazaron sus manos y elevaron sus brazos al aire en medio de los aplausos de la mayoría de los 12.000 asistentes, aunque también de abucheos y de gritos de «traidor» de grupos que rechazan la política económica de Lula.
El mandatario brasileño dijo además que «asumió la responsabilidad de defender ese tema», que definió como un «problema crónico para el mundo».
Samuel, del Grupo Consultivo de Acción para los Pobres (GCAP), definió el problema del hambre en el mundo como un «maremoto», y dijo que por ejemplo actualmente en Africa el hambre es como un «maremoto silencioso».
Indicó que la campaña busca que «el mundo y los gobiernos se despierten para que vean lo que está pasando en el inicio de un nuevo milenio».
Criticó la demora para alcanzar las Metas del Milenio en el año 2000 establecidas por la ONU y llamó a los países ricos a «cancelar todas las deudas injustas que han impuesto a los países pobres».
También urgió a las corporaciones multinacionales a que «no hagan negocio con los países en desarrollo».
Samuel criticó al presidente estadounidense George W. Bush, de quien dijo que está más ocupado fabricando bombas que ayudando a los pobres.
El líder del Movimiento Sindical Internacional, Guy Ryder, comprometió el apoyo de los trabajadores del mundo en la lucha contra el hambre.
«Apoyamos el llamado global contra la pobreza, lo asumimos como nuestro», dijo, y formuló «un llamado que llegue hasta Davos» (Suiza), donde se realiza el Foro Económico Mundial que también contará con la presencia de Lula.
El FSM nació fue ideado por organizaciones civiles de izquierda en contraposición al Foro de Davos, donde consideran que se diseñan las políticas económicas neoliberales.
