GREENBURGH, N.Y., (AP).- Larry Brown observa los malos tiros a la canasta, las lagunas en la defensa, las malas decisiones y escucha los abucheos de muchos de sus aficionados en el Madison Square Garden. “Es mucho más difícil ahora de lo que jamás imaginé”, señaló el coach de los New York Knicks.

Tras haber cubierto más de una cuarta parte de su primera temporada a cargo de los Knicks, el equipo de su ciudad, el hombre que predica hacer las cosas de la manera correcta está enfrascado con un equipo de jugadores que hacen casi todo mal.

Los Knicks han perdido cuatro partidos en fila, vieron descender su foja a 6-15 y se encaminaban a su partido del viernes ante Atlanta sin una idea clara. Y lo que resulta peor, después de haber mostrado un buen desempeño en una gira por el oeste, los Knicks no han sido un equipo competitivo en dos partidos como locales.

“Simplemente no lo estamos logrando. No estamos igualando la energía de nuestros oponentes, y seguimos haciendo las mismas cosas que hemos hecho todo el año, es que entregamos demasiado el balón, no hacemos jugadas simples ni ejecutamos muy bien”, indicó Brown.