Hoy 
Una sonrisa amplia, tan vasta como su timidez acaparó la atención de la audiencia. El salón estaba a tope. Las palabras no salían. Sabía por qué estaba allí y que debía decir algo. Balbuceó algunas palabras como quien intenta armar un puzzle y se confesó: No tenía ni idea de lo que iba a decir cuando entré. Más que decir, se trata de sentir, experimentar luego de un profundo suspiro, pronunció una frase, la frase que encierra la esencia de su exposición: Salió del corazón, se expandió y llegó hasta aquí.
Hasta las paredes de Libélula Espacio Cultural, lugar que acoge la segunda exposición de Adela Doré titulada Resonancias. Una serie de mandalas que a nadie deja indiferente.
La minuciosidad y el despliegue de filigranas entrelazadas creativa y armónicamente otorgan sublimidad a las creaciones que estarán disponibles al público hasta el 4 de abril en la galería ubicada en la calle Sánchez, esquina Padre Billini en la Zona Colonial.
Precisamente la complejidad de los símbolos es una de las características del mandala, un término de origen sánscrito que significa diagrama. El psicólogo Carl Jung, a principios del siglo XX, usaba el mandala con sus pacientes como una herramienta de sanación a través de la exploración del inconsciente.
Libélula Espacio Cultural abre sus puertas de jueves a domingo de 5pm a 12am. Fuera de ese horario, pueden hacer cita con la artista llamando al 809 949-8046 o escribiendo a adeladore@gmail.com. El catálogo digital con la lista de precios está disponible en http://adeladore.blogspot.com/
Adela Doré es graduada de Bellas Artes e Ilustración, y Diseño de Moda en la Escuela de Altos de Chavón. Presentó su arte por primera vez en la Galería de FUNGLODE junto a Leticia Ceballos. Su primera individual fue presentada a finales de 2007 en la Comisión Nacional para la UNESCO.
Ha participado en colectivas en Santo Domingo y Argentina. En 2009 ganó Mención de honor en la 25 Bienal Nacional de Artes Visuales en Santo Domingo. Un año después fue invitada al Festival Internacional de Diversidad Cultural organizado por la UNESCO en París.
El pasado 8 de marzo, acompañada de sus amigos, colegas, familiares y de los seguidores de su arte, Adela Doré inauguró una exhibición que ha surgido de momentos de gran transformación y aprendizaje, algunos de profunda oscuridad.
