Las 24 horas de Alberto Cuadrado

Las 24 horas de Alberto Cuadrado

No es el título de  la última película de Pedro Almodóvar, ni de ningún best seller policíaco, es el récord internacional logrado por el dominicano Alberto Cuadrado (42 años) el 14 de diciembre pasado, al pedalear sobre la bicicleta de manera continua a una velocidad promedio de 28 kilómetros por hora durante 24 horas. De esta manera completó  un recorrido total de 670 kilómetros.

Esta es una distancia equivalente a cuatro etapas diarias del Tour de Francia, o tres veces la Paris-Roubaiux, una de las carreras clásicas más largas de la temporada de ciclismo profesional de las que se recorren en un día.

El plan de entrenamiento y la preparación física del atleta estuvo a cargo del legendario Augusto García, director de Sport Lab y entrenador también  del nadador de ultra distancia, Marcos Díaz. Durante la exigente prueba el corazón de Alberto latió a un ritmo promedio de 134 pulsaciones por minuto (equivalente a 70 % de su máxima pulsación cardíaca), para un total de 11,577,600 latidos y a una cadencia de pedaleo de 93 vueltas por minuto. En el recorrido generó una potencia de 200 watts, suficiente para encender dos bombillos y una televisión.

El otro evento de la temporada ciclística 2008 que captó mi admiración fue el triunfo en solo de Raymond Hernández, alias “Batata”, del equipo Fénix-Isuzu, en la carrera San Cristóbal-Cambita (una distancia de 70 Kms.) del Campeonato Nacional Máster de ciclismo de ruta que concluye en el puerto de montaña La Colonia.

Este puerto es un ascenso infernal de primera categoría de 9 kilómetros con veinte empinados codos.

 “Batata” demostró no sólo ser un extraordinario escalador, sino que además se llevó el premio de metas volantes del campeonato LICIMADI, cuarto overall en el liderazgo general, tercero en su categoría y campeón en la modalidad Mountain  Bike  del Campeonato MTB del Distrito Nacional.

En un país como el nuestro con tanto antivalores  como los que observamos a diario en las noticias: traficantes de drogas, funcionarios públicos corruptos (mientras más corruptos más arrogantes), políticos complacientes y cómplices en la corrupción, banqueros fraudulentos, se necesita resaltar ciudadanos como Alberto Cuadrado, Raymond Hernández y Augusto García. El primero es un profesional de clase media dedicado a su profesión y a su familia, que no recibe ningún subsidio del gobierno, y que vence obstáculos cotidianos para sacar tiempo, hacer su entrenamiento y lograr la meta que se propone.

 Raymond es un joven de origen humilde que no pudo acabar la profesión de ingeniería eléctrica porque tuvo que  dedicarse a trabajar honestamente para mantenerse él y su familia; que no tiene enllaves en el gobierno que le dieran una beca de RD$25,000 al mes para poder terminar sus estudios. A pesar de tener que recurrir al pluriempleo, siempre saca tiempo, energía y dedicación para su rigoroso entrenamiento.

Son ejemplos de jóvenes sencillos y ejemplares que se imponen sobre la mediocridad, la apatía y el facilismo que impera en nuestros días.

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