Las 24 horas del obeso

Las 24 horas del obeso

En conversatorios un poco más profundos con pacientes, tratando de pasar un poco más ese límite médico y  paciente por la condición médica específica que buscaremos solucionar, les preguntaba por situaciones particulares de su obesidad, llegando importantes cuestionamientos.

Comenzó el día, abrió el closet para el cumpleaños de la amiga, nada le sirve, decide valientemente echar suerte de compras. Un primer inconveniente: no encuentra carro público que la quiera montar, hasta que finalmente se apiada un chofer pero con tarifa doble, con la narrativa del mismo de sus problemas de amortiguadores y justificaciones absurdas de por que esta obligado a esta medida.

Ya malhumorada, divisa la blusa que quiere, entra, apenada  porque sabe que no le servirá, pide su talla XXL, por si corre talla grande y como era de esperar, no cierra, con un “yo le dije” para ayudar del  vendedor, y más que en las tiendas las XXL son las L de antes, las M son las XS y las S se las ponen  los huesos.

Obviamente luego de repetir esta historia la tarde entera en 3 pisos y medio de tiendas decide ir a donde siempre, a la tienda de doñas,  ropas con bolas y colores extravagantes, decidiéndose al fin no por la que le gusta sino por la que le sirve.

Sale de la tienda a repetir el mismo calvario del transporte,  se sienta a cenar antes llegar a la casa, y se abre la silla como la mejor de las bailarinas, con la avalancha de carcajadas y las negativas de ayudar a levantarla por que “sufren de la espalda”,  hasta que un buen samaritano lo hace y le comenta, ayudando, como que no es obvio o no se tiene espejo:   “es que está un poco gordita, póngase a dieta”.

Llega la fiesta, sin ánimos por el lindo día, decide quedarse, acompañada de sus sueños de algún día volver a amarse, sus decepciones, un tarro de helado,  una y otra vez sobreviviendo al día de la obesidad como enfermedad y a la sociedad como verdugo.

Hay limitaciones al obeso en empleos, amor, sociedad, tiendas, diversiones, familias, transporte; nada está pensado para ellos, simplemente se ignoran 2,600,000  dominicanos que viven con obesidad.  Hay discriminación del obeso, piénsalo, ponte en su lugar y saca tus conclusiones. ¿Estamos de acuerdo?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas