Todavía persisten en los puertos dominicanos muchos obstáculos para el libre comercio, que van desde la corrupción y el contrabando hasta la falta del uso adecuado de la tecnología de la información, de acuerdo con un informe del doctor Eduardo Rodríguez Apolinario, subdirector técnico de la Dirección General de Aduanas (DGA).

POR FAUSTO ADAMES

Si bien es cierto que la República Dominicana cuenta con un director general de Aduanas (DGA) que es una de las personalidades más íntegras de esta sociedad, y que además ha sido por mucho tiempo ejemplo de rectitud y transparencia para todos los dominicanos, no es menos cierto que todavía persisten en las aduanas una gran cantidad de obstáculos que impiden un adecuado intercambio comercial con las naciones del mundo.

Sin embargo, hay que destacar que este organismo público realiza ingentes esfuerzos para remediar esta situación, especialmente los males causados por el contrabando y la corrupción.

De acuerdo con los datos recopilados para este trabajo, entre los principales problemas que todavía se observan en las aduanas dominicanas, se encuentran la corrupción, el contrabando, los requisitos excesivos de documentación, y por consiguiente los engorrosos trámites para el desaduanamiento de las mercancías,  la falta de automatización de los servicios, el uso insignificante de la tecnología de la información y la carencia de transparencia y predictibilidad del proceso aduanero.

Además persiste el uso de procedimientos inadecuados, especialmente por la escasez de controles basados en auditorías y técnicas de evaluación de riesgos, la falta de modernización y cooperación entre la DGA y otras entidades del Estado, como también se encuentra la escasa disponibilidad financiera de la institución, la exigua calificación de sus recursos humanos y la falta de infraestructura física adecuada para facilitar las operaciones aduaneras.

De acuerdo con el informe “El Rol de Aduanas en el DR-CAFTA, elaborado por el doctor Eduardo Rodríguez Apolinario, subdirector técnico de la DGA,  “todos estos obstáculos solo se podrán corregir si se logra una armoniosa convivencia entre la facilitación del comercio y el control en las aduanas, hecho que únicamente será posible con un sistema de inteligencia aduanera fundamentado en el intercambio de experiencias e información con otras aduanas y organismos de seguridad del Estado”.

“O sea que esto solo será posible mediante el uso de la tecnología adecuada, además de un sistema de análisis de riesgo nutrido por las informaciones de inteligencia, porque los fundamentos de la facilitación aduanera deberán basarse en la transparencia y la difusión de las normas,  y en la automatización de los servicios aduaneros”, advirtió el funcionario público en su informe.

Según Rodríguez Apolinario “la facilitación del comercio debe significar algo más que la simplificación de trámites burocráticos en las aduanas y comprender todo lo relacionado al transporte, infraestructura física de puertos y aeropuertos, desarrollo de las telecomunicaciones y de todos los servicios relacionados con el comercio internacional”.

¿Qué se está haciendo?

No obstante, Rodríguez Apolinario destaca que la DGA no se ha quedado atrás, “y en estos momentos la institución trabaja arduamente en la elaboración de un proyecto de reforma y modernización de las aduanas con miras a lograr los siguientes objetivos:

1- Realizar un análisis de riesgos con el apoyo de la Alianza Empresarial para el Comercio Seguro, (BASC por sus siglas en inglés), también llamada Coalición Empresarial Anti-contrabando.

2- Lograr la automatización del sistema (proyecto que sería financiado por el Banco de Exportación e Importación de Korea (The Export-Import Bank of Korea).

3- Fortalecimiento del Control del Comercio  Exterior.

4- En la autodeterminación de la DGA.

5- La aleatoriedad y agilización del despacho de mercancías.

6- La captura de las exportaciones vía el Sistema Integrado de Ventanilla Única para el Comercio Exterior (SIVUCEX).

7- El descongestionamiento de los recintos aduaneros.

8- La eliminación de la discrecionalidad.

Según Rodríguez Apolinario entre los componentes básicos de este proyecto de reforma y modernización de las aduanas se encuentran la estructura organizacional del mismo, la gestión de recursos humanos calificados, la elaboración del manual de normas y procedimientos aduaneros, la implementación de un sistema Informático y la legislación Aduanera.

Importancia y beneficios del DR-CAFTA

Para el doctor Eduardo Rodríguez Apolinario, subdirector técnico de la DGA la importancia del DR-CAFTA para el país radica en que este tratado Incrementa las exportaciones, mejora la competitividad, aumenta la inversión extranjera directa y también la participación de los agentes económicos en el comercio internacional, además de incrementar los ingresos tributarios.

De acuerdo con el funcionario, sus beneficios en las aduanas se traducen en un recorte de gastos y reducción en las tardanzas, en un despacho más rápido y ágil de mercancías mediante una intervención oficial predecible, se desarrolla un marco comercial sencillo, tanto para el comercio nacional como internacional, una mayor transparencia y difusión de las normas, como también se obtiene un control aduanero basado en un sistema eficiente de análisis de riesgo y de la automatización de los procesos comerciales.

Según sus afirmaciones, la República Dominicana es el octavo socio exportador y el sexto socio importador de Estados Unidos, solamente superado por Canadá, México, Brasil, Venezuela y Colombia durante el período 2000-2004, de acuerdo con cifras de la Comisión Internacional de Comercio de los Estados Unidos.

Los cálculos del funcionario indican que el CAFTA representa un intercambio comercial de US$32,401 millones. (El 4.0% del total del comercio de Estados Unidos con el Hemisferio). El experto afirma que el país exportó US$55,162.2 millones durante el período 1989-2004, promediando el 33.6% del total de la región de Centroamérica-República Dominicana, como también ha importado un monto de US$50,683.0 millones en ese período, lo que representa un promedio de 32.3%.

De acuerdo con sus datos, la balanza comercial entre Estados Unidos y República Dominicana registró un saldo positivo de US$4,479.1 millones en los últimos quince años.

Compromiso  en el marco del DR-CAFTA

De igual forma, Rodríguez Apolinario destacó que el país ha prometido cumplir con los compromisos pactados en el DR-CAFTA, y muy especialmente en lo concerniente al capítulo IV del tratado, que especifica en cuanto a las reglas y procedimientos de origen, de los trámites especiales en materia  textil, y de lo pautado en el capítulo V, que trata sobre la administración aduanera y facilitación del comercio exterior, y con relación al capítulo XV, que explica lo concerniente a la propiedad intelectual.

Según el funcionario público, en materia de reglas de origen se ha asumido el compromiso de la auto certificación por parte del importador, del intercambio de información, como también en la aplicación de la norma de verificación e investigación de origen, del empleo de medidas especiales en materia textil, en relación a la verificación e investigación de origen, convenio que se lograría con la cooperación aduanera para el fortalecimiento de la administración del origen.

Mientras para lograr la transparencia en materia de administración aduanera y facilitación del comercio se ha hecho el compromiso de la publicación e Intercambio de información, en la automatización, en la administración de riesgo, cooperación, confidencialidad, en las resoluciones anticipadas, en los  envíos de entrega rápida y otros compromisos.

También, para lograr la facilitación del comercio en el marco de la OMC se han hecho serios compromisos en el mandato del párrafo 27 de la declaración de Doha, especialmente en los artículos V, que trata de la libertad de tránsito, del VIII que especifica sobre los derechos y formalidades referentes a la importación y exportación de mercancías, y del X que explica lo concerniente a la publicación y administración de los reglamentos comerciales (GATT ‘94).