Las alergias estacionales se incrementan con  la llegada de la primavera

Las alergias estacionales se incrementan con  la llegada de la primavera

En República Dominicana los cambios de estación no son tan notorios como en otras partes del mundo; no obstante,  pueden provocar efectos adversos sobre ciertos pacientes, especialmente en  quienes ven sus procesos alérgicos incrementarse cuando se inicia la primavera.

Mientras la mayoría se deja cautivar por el esplendor de los árboles y plantas que caracteriza la llegada de la estación, este escenario representa un peligro para los pacientes alérgicos que no lleven su medicación como se le ha prescrito.

Según advierte la alergóloga Patricia Latour, son muchas las reacciones alérgicas que se pueden desencadenar al estar expuestos a determinadas plantas.

“La alergia -esta reacción exagerada de nuestro sistema inmune a estímulos que por naturaleza deberían ser inofensivos para los humanos, como es el caso del los polen, sobre todo de gramíneas (yerbas, grama, algunas malezas y escasos árboles en nuestro medio-, produce una respuesta inflamatoria en todo el cuerpo, sobre todo a nivel del tracto respiratorio, provocando condiciones como la rinitis alérgica y el asma bronquial que, además, cada vez más frecuentemente viene acompañada de conjuntivitis alérgica y, en algunos casos, de conjuntivitis vernal.

La piel es un órgano que puede también reaccionar presentando condiciones como la dermatitis o eccema atópico, o la urticaria (ronchas), entre otros”, explica Latour.

La rinitis alérgica es una condición en la que la mucosa nasal inflamada reacciona obligando al paciente a estornudar, producir abundante moco nasal y mantenerse con la vía aérea obstruida por la congestión.

Al disminuir el flujo normal de aire, el paciente se torna incómodo, malhumorado, se cansa fácilmente y, como consecuencia, disminuye su rendimiento escolar o laboral.

Latour, argumenta que la aparición de estos síntomas en primavera posiblemente haya creado un vínculo con la llamada astenia primaveral, una condición que supuestamente provoca que en esta época aparezca una especie de fatiga crónica, debilidad y tendencia a recluirse en casa. Señala que a pesar de que mucha gente lo asume como una enfermedad real, para  los especialistas esto no es más que una invención sin asidero científico.

“El concepto realmente se queda como un mito; no existe realmente ninguna condición médica ni psicológica definida como tal en ninguna clasificación de las enfermedades físicas o mentales.

 El término más bien ha sido acuñado por la industria de sustancias naturales (ginseng, etc.) para incentivar el uso de las mismas”, afirma la experta, directora del Centro Avanzado de Alergia y Asma.

Cuadros agravados. La doctora señala lo frecuente que es encontrar pacientes aquejados de conjuntivitis alérgica y al mismo tiempo presentan rinitis o asma bronquial, más especialmente durante la estación primaveral.

Según explica, aunque se pueda creer que las plantas muy llamativas tienden a producir alergias, ocurre todo lo contrario.

Latour dice que las flores de colores llamativos no son productoras, en sentido general, porque sus pólenes son muy grandes y pesados, por lo que viajan poco en el aire. Sin embargo, las gramíneas y algunas malezas que son polinizadas por el viento, “tienen mayor poder de sensibilización y producción de síntomas, sobre todo a nivel del tracto respiratorio, produciendo un incremento notorio e intenso de la pituita, así como síntomas oculares como lagrimeo, comezón, enrojecimiento y crisis de asma bronquial”.

La alergóloga recomienda la evaluación por parte del especialista de los pacientes con estos síntomas, para que se pueda hacer un verdadero diagnostico de las causas. Para esto es necesario realizar pruebas, especialmente cutáneas, no solo conocer los alergenos que provocan los síntomas, sino también “desensibilizarse  y controlar eficaz y permanentemente sus síntomas que aunque se presentarán quizás todo el año, sí pueden hacer un pico súbito e intenso durante la primavera”.

Sin asidero científico

En un artículo del periódico “El País”, se puso en duda la veracidad científica de  la astenia primaveral. El médico familiar Francisco Camaralles dijo: “dudo que exista como entidad clínica, igual que también dudo de que exista el síndrome posvacacional. Cierto que uno puede sentirse decaído, pero en todo caso no se trataría de una enfermedad”.

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