Las alianzas y el tiempo político

Las alianzas y el tiempo político

La presentación de algunos dirigentes de izquierda en las boletas del PRD para los próximos comicios municipales y congresuales, ha generado un debate en diversos sectores de esa corriente política que no debe limitarse a ese hecho puntual, sino en la perspectiva del porqué se hacen determinadas alianzas y el contexto en que estas se hagan.

En general, las direcciones políticas a las que pertenecen los referidos militantes, justifican esa decisión con el argumento de que su gesto está orientado estrictamente hacia el apoyo a determinadas candidaturas del PRD que consideran válidas y con las cuales tienen coincidencias políticas básicas por las actitudes éticas de estas frente varios hechos y coyunturas políticas locales y nacionales y esto también es válido para figuras del PLD y el PRSC.

Esa política de alianza es esencialmente correcta porque es política, no meramente ideológica, como erróneamente la pretenden algunos y a la larga puede ser la forma de la izquierda encontrarse con el país real, no con el que muchos tienen en sus cabezas. Evidencia aquí, una madurez que en otras partes de esta región ha permitido la articulación de un vasto abanico de fuerzas que en algunos países, como en Ecuador, ha logrado el control del gobierno nacional.

Sin embargo, la forma y el contexto en que los referidos sectores de izquierda han decidido participar en las listas del PRD, afectan de manera irremediable, por el momento, la esencia de esa política de alianzas. Ello así, porque si bien la participación en dicha lista, al decir de estos, se limita básicamente al apoyo a Milagros Ortiz, la forma en que se hizo facilita a la dirección de ese partido aparentar una apertura política, luego de conducir un proceso convencional excluyente. 

Además, el hecho de que el PRD haya sido el principal sostenedor de los aspectos más retrógrados de la nueva Constitución, entre otros, los referidos al artículo que penaliza el aborto sin importar condiciones y el que legaliza la privatización de las playas y ríos, hacen difícil la justificación de la participación de izquierda en las boletas de marras.

Se ha soslayado el hecho de que las direcciones del ese partido y del PLD han integrado sus boletas con una significativa cantidad de tránsfugas y hasta de gente con posiciones abiertamente xenófobas, lo  cual, razones de coherencia y claridad política hacen incomprensible que junto a estos aparezcan incuestionable gente de izquierda.

Las dificultades de la izquierda para encontrar un espacio en el mundo real de la política, determina una apremiante necesidad de tomar iniciativas para salir de esa circunstancia. Pero participar en las actuales boletas del PLD y del PRD, lejos contribuir a una encontrar ese espacio, crea más confusión y disgregación de la izquierda.

Por el momento, esta debe concentrarse en impulsar sus propuestas y candidaturas propias y si bien puede votar por alguna de los grandes partidos, que lo haga sin incluir sus candidatos en las boletas de estos. Es lo que aconseja el presente tiempo político del país.

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