Las alzas de precios y la especulación

Las alzas de precios y la especulación

El año comenzó con alzas de precios, unas justificadas y otras motivadas por el afán de lucro y el gen especulativo situado en el ADN de quienes hemos vivido en la cultura del engaño y la resistencia a los cambios que la era de la información impone, porque todos tenemos derecho a estar  debidamente informados de lo que ocurre en el mercado mundial y en el local.

Los efectos de la crisis financiera y de los alimentos con que se inició el año 2008 no han cesado.

Hubo un respiro en el precio de los combustibles, que produjo un amortiguamiento en el precio de los alimentos, pero al volver a incrementarse el precio del barril de petróleo, así como la materia, prima hemos sentido el peso del alza de varios alimentos de los que componen la canasta familiar.

Esta situación se agrava por el impacto en el precio del transporte lo que obliga a diseñar un plan tendente a informar a la población sobre las posibles alternativas para hacerle frente al mal tiempo.

Los precios de la soja, el maíz, el trigo  y el petróleo pesan grandemente en la economía nacional, pero contrario a otros países, no tenemos problemas con el arroz, el otro cereal vital en la dieta diaria.

Las grasas comestibles se dispararon desde diciembre, porque  la soya, que es la materia prima de las grasas que consumimos en el país ha sido uno de los productos que más se ha incrementado. Se  estima que un 10% y el aceite un 27% han incrementado su precio en el mercado internacional.

Una evaluación del equipo de PROCONSUMIDOR ha determinado que solo nueve productos alimenticios han subido de precios, mientras que otros solo son el resultado de la especulación de algunos comerciantes.

Alimentos provenientes de la agricultura han sufrido alzas, tales como el plátano, lo cual no es casual, es un fenómeno de temporada porque el plátano no es del frío, desde marzo en adelante habrá muchísimos plátanos y su precio descenderá, como ocurre todos los años.

Desde febrero entrará  al mercado toda la producción de ciclo corto que se sembró en noviembre, siempre ha sido así: tomates, berenjenas, cebolla, habichuelas, zanahorias y otros vegetales entran al mercado y será una buena oportunidad para sustituir los rubros que suben de precios.

Todos los organismos del gobierno deberán realizar una coordinación que permita un sistema de información rápida para que la población pueda hacerle frente a la crisis. Esta información deberá ser de doble vía para que la gente pueda contribuir con el sistema de información de los precios en sus comunidades con lo que podrá determinarse los niveles de especulación.

De igual modo informarle a la población el porqué han subido los precios, de tal manera que no se politice el problema, como suele ocurrir.

La especulación es un delito penal, de manera que quien suba los precios de manera antojadiza sin que pueda demostrar los motivos por el que lo hizo, se expone a seis meses de cárcel y multas de acuerdo con el Código Penal dominicano.

De igual modo, se impone un sistema de información con los comerciantes para que entiendan que debe haber una proporción justa entre el precio al que compra y el precio al que debe vender.

No podemos controlar precios, pero sí informar sobre ellos y en eso estamos.

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