Los ricos rehúsan identificarse, pero igual que los pobres, que sí lo hacen, se quejan de las alzas que desde antes de aplicarse la reforma fiscal han experimentado los productos de consumo diario en supermercados, mercados y en colmados.
Un recorrido por sectores de clase media y alta, como El Cacique, Bella Vista, Julieta y Piantini, donde la gente hace grandes compras en supermercados, y una pasadita por algunos barrios pobres donde se compra por pila en el mercado o cheliao en el colmado, no marcó ninguna diferencia en las respuestas que dieron sobre las alzas de precios, y la incertidumbre que genera la reforma.
Desigual e injustificados. Doña Carmen empujaba un carrito en un supermercado de la avenida Sarasota, y al preguntársele sobre el precio de los productos que llevaba en su compra, su respuesta no pudo ser más desalentadora: yo veo aumento en todo, porque cuando voy a pagar a la caja, me doy cuenta de que estoy pagando mucho más que antes por las mismas cosas.
Refirió que semanalmente hace una compra por la que pagaba RD$6,000 y ahora, quizás comprando menos, porque cuando observa que la cuenta va en aumento saca parte de productos que lleva, la cuenta me hace $9,000 y pico, casi $10,000, afirmó.
Considera que no hay justificación para esos aumentos desproporcionados, y se angustia sólo de pensar que ahora cuando venga la reforma será mucho peor.
María Teresa salía de un Súper en el ensanche Julieta. También nota los aumentos de precios cuando paga en la caja, y se pregunta qué será de nosotros cuando se implemente la reforma impositiva.
Imagínese, ya en los Súper andan con la maquinita cambiando precios; el sueldo de nosotros se pone cada día más chiquito y va a rendir menos porque vamos a tener demasiada carga, dice con dejo de impotencia.
Está convencida de que quienes asumirán el costo de la reforma fiscal no serán los comerciantes. Somos nosotros los que además de contribuir con otras cosas, vamos a tener que pagar precios más caros, dijo.
La precepción de Don Pedro, quien cargaba un filete en sus manos, es que los productos en general, han sido aumentados en más o menos un 10%, e indicó que con la reforma subirán más por obligación.
Los del agro
Gabriel Mena tiene un negocito donde vende víveres, frutas y verduras. Admite que ha incrementado sus precios porque en el Mercado Nuevo de la avenida Duarte, donde se surte, los productos están carísimos y además escasos.
Reconoce que las lluvias del huracán Sandy afectaron el campo y eso provocó que víveres, lechuga, tomate brócolis y otros vegetales se encarezcan, pero consideró demasiado que sea en más de un 20%.
Lo que uno compraba con RD$10,000, ahora lleva RD$15,000 y no le alcanza para comprar lo mismo, dijo Mena, al tiempo de resaltar que en la actualidad una caja de tomates cuesta RD$1,300, y al igual que la lechuga, no sirven.
Zoom
Los más caros
Entre los productos afectados por alzas en sus precios, según los entrevistados, figuran las carnes de cerdo y res, con incremento de $10 por libra; leche, arroz, vegetales, salsa de tomate, y los plátanos que se cotizan hasta a $16 la unidad. Resaltaron que esos incrementos se vienen registrando desde hace unos dos meses, y entienden que si bien algunos se justifican, como los de los productos del agro, son excesivos.