Las armas que más preocupan

Las armas que más preocupan

Hace pocos días fue detectado en el puerto de Haina un cargamento de armas automáticas, piezas de recambio y municiones. Otro alijo, probablemente vinculado a este, había sido capturado antes en Haití. Ambos cargamentos tienen en común el origen, Miami. Es un alivio saber que los artefactos de muerte decomisados no lograron llegar a las manos que los usarían en operaciones del crimen organizado. El Ministerio de Defensa tiene la sospecha de que las armas capturadas estaban destinadas al narcotráfico.
Pero el asalto que dejó un guardián muerto y uno gravemente herido en Bella Vista Mall obliga a algunas reflexiones. El arma utilizada es un fusil M-16, como uno de los que llegó en el cargamento decomisado en Haina, y hay que preguntarse cómo llegó esta arma de guerra a las manos de un civil y cuántos de estos artefactos han logrado entrar antes del decomiso de estos días y están en poder de antisociales.
La proliferación de armas está planteando un serio reto para las autoridades, como parte del estado de inseguridad ciudadana predominante. Con mucha frecuencia se cometen homicidios y asaltos, y es frecuente también que patrullas se enfrasquen en balaceras con delincuentes. Hay que poner en marcha iniciativas más rigurosas contra la posesión y porte de armas de fuego. La ley de armas es una necesidad urgente.

Pendientes de la acción judicial

El caso de la desaparición y asesinato de la niña Carla Massiel Cabrera ha ocupado por mucho tiempo la atención del país. Cada paso de la investigación de este hecho ha estado al alcance del público con el lujo de detalles que las circunstancias han permitido. Allanamientos y cierre temporal de clínicas deben haber permitido a las autoridades precisar o descartar que la supuesta venta de órganos habría sido la causa de esta muerte. Lo más reciente es la confirmación de que las osamentas analizadas corresponden a la desdichada niña.
Ahora la Justicia tiene que mostrar su mejor desempeño. Después de tantas medias verdades y medias mentiras, no podemos salirle a la sociedad con un trabajo inconsistente. A decir del principal inculpado, hay por ahí gente disfrutando libertad que sabe mucho de este caso. Hay que hilar fino.

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