Las armas usadas para matar a Trujillo

Las armas usadas para matar a Trujillo

Se ha discutido mucho sobre la procedencia de las armas utilizadas la noche del 30 de mayo para ajusticiar a Trujillo. Hemos logrado ubicar las declaraciones inéditas de Salvador Estrella Sahdalá, Roberto (“Fifí”) Pastoriza y Huáscar Tejeda, dadas en la cárcel al Procurador General de la República, así como nuevas confidencias de algunos sobrevivientes de la trama que ayudan a despejar la incógnita. En la cárcel, a los seis días del magnicidio, Salvador Estrella Sahdalá, quien había sufrido torturas y presiones de todo tipo, dio la siguiente declaración sobre las armas utilizadas:

Antonio Imbert: una pistola calibre 45.

Antonio de la Maza: una escopeta Browning recortada calibre 12 y una carabina M-1.

Amado García Guerrero: una pistola calibre 45 de reglamento y una carabina M-1.

Pedro Livio Cedeño: una carabina M-1.

Salvador Estrella Sahdalá: un revólver Smith and Wesson calibre 38 que había adquirido en la Ferretería Reid.

Roberto Pastoriza: una pistola Luger.

Huáscar Tejeda: no cita el arma que poseía.

El propio Huáscar Tejeda declararía en la prisión, a los pocos  días de muerto Trujillo, que las pistolas y las escopetas (más de una, según él, difiriendo de Estrella Sahdalá quien sólo citó una) las había conseguido Antonio de la Maza. Agregó que las carabinas o fusiles automáticos M-1 “fueron suministrados por un señor con el seudónimo de Plutarco Acevedo, quien servía como intermediario con el señor Wallace (sic) Berry (a) Wimpy y el Consulado americano”. Por otras fuentes ya se sabe que el Consul norteamericano Henry Dearborn había sido autorizado por Washington a entregar esas tres carabinas, las cuales había dejado el Agregado Naval. Dearborn se las pasó el 7 de abril de 1961 al Jefe de Estación de la CIA en Ciudad Trujillo en ese momento, Robert Owen.

También sabemos que “Plutarco” era el seudónimo que usaba Ángel Severo Cabral. Lorenzo Berry “Wimpy” (no Wallace el famoso actor) es un ex piloto americano, quien, al retirarse, después de trabajar en Santo Domingo desde 1947, abrió el primer supermercado en Ciudad Trujillo y que llevaba como nombre su propio apodo. El Almirante retirado Tomás Cortiña fue quien metió a Wimpy en el complot, logrando que este último trajese tres granadas de Puerto Rico, que entregó a Cortiña. El ex Almirante, en 1959 le presentó a Severo Cabral. Éste fue quien le dijo a Wimpy que Antonio de la Maza estaba complotando y entonces Wimpy comenzó a participar en la trama a través de su contacto con Antonio de la Maza.

Las tres carabinas M-1 fueron entregadas por Owen a Wimpy y éste se las pasó a Ángel Severo Cabral, quien, a su vez, se las dio a Antonio de la Maza, recibiéndolas el 26 de abril y quien logró que por lo menos dos personas diferentes se las guardaran. Los tres M-1 fueron utilizados la noche del 30 de mayo. Owen también entregó dos pistolas no citadas por Estrella Sahdalá en sus declaraciones en la cárcel, pero que, según Emilio Cordero Michel, fueron llevadas al lugar de los hechos por Huáscar Tejeda y Pedro Livio Cedeño.

Las escopetas recortadas fueron suplidas por Antonio de la Maza. Habían pertenecido a Rafael de la Maza y al General Piro Estrella. Tan sólo una de ellas fue llevada a la autopista el 30 de mayo. El supermercado de Wimpy era un sitio de frecuentes reuniones de Antonio de la Maza, Fifí Pastoriza y Huáscar Tejeda y allí también iban de compras y de tertulia varios profesionales y sus esposas, quienes formaban parte del complot. Desde allí, escondidos en las fundas con las compras, se le enviaban mensajes al cónsul Dearborn.

Muerto Trujillo, Wimpy fue interrogado por Johnny Abbes García el 2 de junio por la mañana, pero sobre el tema de las escopetas, no sobre las tres carabinas. Como Huáscar Tejeda sólo fue capturado esa noche, no fue su declaración lo que condujo al interrogatorio del americano. Fue liberado. El día 5 la prensa trujillista citó al Dr. Robert Reid Cabral como habiendo declarado que Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza, cuando se escondieron en su casa, le pidieron que contactase a Wimpy, quien, además de informar a Rómulo Betancourt, se encargaría de sacarlos de la casa esa misma noche. Al día siguiente Wimpy visitó el Consulado Americano, dejando allí su testamento. Pudo salir del país dada su condición de norteamericano, aunque su esposa, Flérida Yabra, quien también estaba en el complot, por ser dominicana no pudo viajar.

En resumen, las tres carabinas y las dos pistolas Smith and Wesson suministradas por los americanos fueron utilizadas la noche del 30 de mayo, junto con una escopeta recortada suministrada por Antonio de la Maza y cuatro pistolas de varios orígenes dominicanos.

De las diez armas utilizadas, cinco fueron entregadas por el Consulado, pero luce que la escopeta de Antonio de la Maza fue la más efectiva esa noche.

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