Las artesanas manipulan formas con  que suben  el  ingreso familiar

Las artesanas manipulan formas con  que suben  el  ingreso familiar

En el sustento de sus familias, el ingreso económico de las mujeres es  más importante cada vez. Su aporte es fundamental para cubrir necesidades básicas que reducen o evitan condiciones de pobreza, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

De acuerdo con las estimaciones de  la CEPAL, la contribución de las cónyuges al ingreso familiar reduce la pobreza de manera considerable. Tanto, que si se  restara  su aporte, la pobreza urbana aumentaría en diez puntos porcentuales y la pobreza rural, en siete.

Alrededor de un tercio de los hogares de la región depende de los ingresos de una mujer que mantiene a su familia sin el apoyo de una pareja.

Los trabajos artesanales dominicanos son realizados en su mayoría por mujeres, los ingresos generados sirven de sustento y aportes económicos a sus familias, según la presidente de la Asociación de Productores de Artesanías de Santo Domingo, Solange Tavárez.

Recordó que la economía dominicana no genera los empleos suficientes  que demanda la población, por lo que la artesanía es una forma digna de trabajo que, además, exalta la cultura dominicana.

Algunas organizaciones han notado esta realidad y han elaborado programas para integrar a labores artesanales a amas de casas que ahora tienen la forma de generar ingresos con sus propias manos. Dos de ellas son la  Fundación Abriendo Camino y el Despacho de la Primera Dama, a través de su  programa Progresando.

En el barrio  Villas Agrícolas, más de 25 amas de casas son ya artesanas e incluso están realizado pequeñas exportaciones.

Elizabeth Puig, presidenta de la Fundación Abriendo Caminos, contó cómo  nació Bisutería Mujeres en Camino. Esta se  desprende de la inquietud de la fundación  de trabajar con las madres de los niños beneficiarios de la entidad, con programas educativos y recreativos de  desarrollo integral.

Explicó  que todo comenzó en el 2008 con un curso gratuito de bisutería dirigido a madres de los niños, quienes luego se  asociaron y continuaron trabajando juntas hasta formar la Cooperativa de Producción y Servicios Múltiples Mujeres en Camino (Coopmca), en marzo de ese año.

La presidenta de la Coopmca, Escolástica Sierra, informó que la cooperativa se encarga de comprar los materiales y mensualmente pagar la mano de obra (por pieza) sin importar que la bisutería se venda o no.

 En la cooperativa, las mujeres se ahorran el 10% de su salario, lo que les permitirá acceder a préstamos en el futuro.

Puig expresó que, en principio, las mujeres elaboraban artesanías con productos de plásticos. Pero hoy en día utilizan además perlas, plata, larimar, ámbar, cuerno de toro, amatista y turquesa, entre otros.

Reveló que realizan pequeñas exportaciones de manera informal, cuando amigas de la fundación han llevado piezas elaboradas por estas  artesanas a Francia, Italia y, próximamente, a Suiza. Los ingresos obtenidos regresan  a la cooperativa para fortalecerla.  Dijo que en Europa la artesanía tiene mejores precios y muy buenas ventas.

Mujeres en Camino vende sus creaciones en su local en Villas Agrícolas, en la tienda de la Embajada de Estados Unidos, en el bazar de las Damas Diplomáticas,  y han participada en ferias en Cap Cana y en otros hoteles del Este, y realizan piezas por encargo para algunas instituciones.

Ahora las mujeres están capacitando a otras 15 de forma gratuita para multiplicar sus conocimientos.

Éstas,  también tendrán la posibilidad de conocer la bisutería y hacer de ella  su trabajo. Sin embargo la fundación afronta limitaciones económicas para incluir a más mujeres en  los cursos, pues deben costear todos los materiales, pero  las mujeres que quieren participar en el curso no disponen de recursos.

Progresando.  Otros esfuerzos para lograr que mujeres dominicanas puedan obtener sus propios ingresos a través de la artesanía lo realiza el Despacho de la Primera Dama, mediante  proyectos diseminados en todo el país.

 Claudina Valdez, encargada de la división de Capacitación y Desarrollo, de la Dirección de Proyectos Sociales del Despacho de la Primera Dama, destacó que el programa Progresando, que comenzaron  en el 2005, está trabajando con 150 mil familias a nivel nacional en extrema pobreza en lugares adonde no llegan otras instituciones.

Explicó que cuenta con 180 centros comunitarios y 21 centros de capacitación y producción en el país, donde se ofrecen más de 160 salidas ocupacionales.

Desde estos centros imparten los cursos gratuitos en los que  facilitan todo los materiales de trabajo. Luego de ser formadas, se les da seguimiento constante hasta insertarse en el mercado laboral, sea en una empresa o estableciendo su propia empresa.

Desde el 2005 han sido capacitadas 60 mil personas,  más del 30% de ellas  en artesanía, donde  más del 90% son mujeres emprendedoras que están encabezando micro empresas y cooperativas artesanales.

 Valdez mencionó que tienen 15  cooperativas a las que están integradas 300 artesanos. Además, el Despacho ayuda  a que los artesanos comercialicen sus artículos en tiendas grandes, en zonas turísticas y en  ferias nacionales y extranjeras. 

También han establecido tiendas del Despacho. Cuentan con una tienda en el aeropuerto Las Américas y en El Seibo, y  en este año serán abiertas otras dos en Boca Chica y en la calle La Atarazana,  Zona Colonial.

Valdez afirmó que el  programa del Despacho también busca desarrollar y fortalecer la artesanía nacional, “a la vez convertir el círculo vicio de la pobreza en círculo de desarrollo, pero a partir de lo que la gente aprende”.

Dentro de Progresando tienen la iniciativa Mi Primer Progreso, donde las personas pueden acceder a créditos con tasas de interés de sólo 1% y también pueden asociarse a través de cooperativas de producción y trabajo, en las que el Despacho aporta el capital, la  semilla para que se desarrollen.

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Mujeres aseguran  un cambio de vida

 Las mujeres consultadas por HOY que son ahora artesanas gracias a estos programas, aseguraron que sus vidas cambian drásticamente al contar con una fuente de ingreso propia. Miguelina Silverio, ama de casa, madre de una hija y cuyo esposo está desempleado, resaltó que “formarme como artesana  me ha ayudado enormemente. Eso nos ayuda a tener un dinerito para  llevar a nuestras casas y ayudar a nuestros esposos en estas circunstancias tan difíciles que tenemos hoy en día”.

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