Confundidos y luego estupefactos quedaron los cuidadores de la serpiente Thelma.
De 6 metros de largo, la pitón había pasado cuatro años sola en el zoológico de Louisville en EE.UU. sin siquiera haber conocido un macho de su especie.
De alguna forma, sin embargo, pudo poner 61 huevos que produjeron seis crías saludables.
Exámenes genéticos revelaron que Thelma se había convertido en el primer caso documentado en el mundo de una pitón reticulada virgen que se reprodujo sin necesidad de un macho.
Lo hizo al fusionar sus óvulos con un subproducto de sus células divididas llamado cuerpo polar.
Este cuerpo desempeñó el mismo rol que el espermatozoide haría normalmente, haciendo que el óvulo se desarrollara en un embrión. Cada una de sus crías contenía dos copias de la mitad de sus cromosomas.
Eran medio clones de Thelma.
¿Reproducción extrema?
Si bien especial, ahora sabemos que el caso de Thelma y sus hijas no es único.
Los científicos están descubriendo que los nacimientos de madres vírgenes ocurren en muchas especies: anfibios, reptiles, peces cartilaginosos y óseos, y aves.
Las razones aún no las entendemos bien.
Inicialmente se pensó que un nacimiento de hembra virgen, también conocido como partenogénesis, ocurría en situaciones extremas.
Los únicos casos documentados habían ocurrido entre animales cautivos, quizás por estrés y aislamiento y como única opción para prolongar la descendencia.
Pero no necesariamente. Ahora parece que algunas hembras vírgenes producen crías, incluso en la presencia de machos.
Eso puede tener ventajas, incluso más ahora en un mundo moderno donde las poblaciones de muchas especies están declinando rápidamente, pero también plantean interrogantes fundamentales sobre la importancia del sexo.
De aves a tiburones
A comienzos del siglo XIX se informó de nacimientos de vírgenes entre pollos y luego investigadores estudiaron incidentes similares entre pavos que podían poner huevos no fecundados que producían pichones.
Los polluelos eras siempre machos y pronto una cepa partenogénetica del pavo doméstico fue desarrollada en la que la mayoría de los machos parecían normales y se reproducían exitosamente.
Pero ha sido en los últimos 15 años que se han dado a conocer una variedad de casos de nacimientos de vírgenes entre peces, culebras y lagartos.
El 14 de diciembre de 2001, por ejemplo, en EE.UU. una de tres tiburones cabeza de martillo hembras dio a luz siendo virgen.
Luego, en 2006, científicos reportaron que dos dragones de Komodo hembras, el mayor de los lagartos, también dieron a luz en dos zoológicos ingleses, sin intervención de machos.
Y en los últimos años se han reportado historias similares, siempre en cautiverio, de especies de culebras, incluyendo boas y pitones como Thelma.
Vírgenes salvajes
Pero entonces se descubrió otra cosa sorprendente. Los vertebrados salvajes, al igual que los cautivos, son capaces de dar a luz siendo vírgenes.
En 2012 un grupo de científicos encontró que otro tipo de serpiente, la víbora cabeza de cobre americana, concibe siendo virgen.
Warren Booth, de la Universidad de Texas y sus colegas capturaron 59 camadas de la especie y analizaron su ADN. Allí encontraron que dos de las camadas eran producto de nacimientos de vírgenes.
«Solíamos considerar a la partenogenésis facultativa como un modo extremo de reproducción, pero no es tan novedoso como piensa la gente», señaló Booth a BBC Earth.
Booth sospecha que los nacimientos de vírgenes pueden ser un antiguo modo de reproducción de vertebrados.
Y es que las especies que lo hacen mejor, boas y pitones entre las serpientes, por ejemplo, son algunas de las más viejas.
Bebés saludables
Igual la pregunta persiste. ¿por qué reproducirse solas?
Las crías de los tiburones nacidos de madres vírgenes son menos diversas genéticamente que los nacidos de dos padres.
Sin embargo Demian Chapman de la Universidad de Stony Brook, EE.UU. apunta que parecen igual de saludables al haber sido «eliminadas de todos los genes recesivos perjudiciales».
Uno de los cercanos colaboradores de Booth, Gordon Schuett, de la Universidad del Estado de Georgia, dice que las hembras pueden decidir que el acto de reproducción sexual puede costar mucho.
Y es que debido a la competencia entre los machos es difícil encontrar el compañero ideal.
Otra idea es que hay algo más que la evolución de por medio.
Quizás todo se deba a un factor exterior. ¿Una hormona o un desequilibrio hormonal? O incluso un patógeno como un virus o un parásito.
Hay una especie de avispa, por ejemplo, que comienza a reproducirse asexualmente cuando es infectada por una bacteria.
¿Y los mamíferos?
Mientras tanto, otro enigma persiste. Por qué si vertebrados como peces, reptiles y aves pueden tener nacimientos de vírgenes, no es el caso aparentemente entre los mamíferos, incluyendo los humanos.
Incluso aquí no hay respuestas claras.
Quizás sí pueden, pero aún no se conocen casos.
Sin embargo, en la década de los 30 del siglo pasado en la Universidad de Harvard, EE.UU., un científico llamado Gregory Pincus comenzó a investigar los sistemas reproductivos de mamíferos.
Posteriormente, su trabajo lo llevó a coinventar la píldora anticonceptiva humana.
En ese momento, Pincus provocó controversia al afirmar que había generado partenogénesis en conejos, un logro que otros científicos no pudieron repetir.
Décadas más tarde en 2004, un grupo de científicos reportó que habían diseñado genéticamente un ratón capaz de dar a luz sin intervención del macho.
Las crías no solo sobrevivieron sino que eran capaces de tener crías propias.
Hoy en día los investigadores dicen que sigue siendo poco probable y -quizás imposible- que un mamífero virgen de a luz naturalmente, debido a algunos aspectos fundamentales de su biología.
Pero quizás algún día, en algún lado, de un modo u otro un mamífero nos sorprenda a todos.
Al igual que lo han hecho Thelma la culebra y todos los pollos, pavos, tiburones, logrará un nacimiento «milagroso» que cuestionará todas nuestras ideas fundamentales sobre la reproducción.