Las autoridades deberían actuar y dejar de amagar

Las autoridades deberían actuar y dejar de amagar

Teófilo Quico Tabar

Está bien que las autoridades de los diferentes niveles orienten y anuncien medidas, intenciones, proyectos; que manifiesten la forma en que a su juicio deberían conducirse las actividades y acciones de quienes desempeñan funciones públicas; que anuncien medidas correctivas, así como su intención de aplicar sanciones. Pero sería recomendable, que al finalizar el año, reflexionen sobre sus intenciones o revisen dichas medidas, porque en realidad, son muchas las cosas que a través del tiempo se han anunciado, y se han diluido. Y cuando la gente se percata de que esos propósitos se quedan en el aire, no conduce a nada bueno.
Las autoridades deben tener en cuenta que cada vez que se hacen determinados anuncios, se crean expectativas. Y si no se aplican dichas medidas, la gente va anotando. No todo se olvida. Y esas cosas que se van acumulando, conducen a que luego reflejen desconfianza, o pérdida de fe.
Hay muchos temas sobre los cuales se ha escrito y hablado, y lo único que les corresponde a las autoridades es actuar. Porque cuando se advierte y se reitera que se van a aplicar medidas o sanciones, sabiendo la ciudadanía que no es la primera ni la segunda vez que se hace, sin resultados, comienzan a restarle importancia. Y eso es peligroso.
No me refiero exclusivamente a temas del momento, sino además, a los que durante tanto tiempo se han venido cantaleteando a través de los medios, como por ejemplo, para solo mencionar unos cuantos: lo de la extracción de arena de los ríos de forma indiscriminada; tala de árboles; problema fronterizo; ocupación de aceras; basura; tránsito; seguridad ciudadana, corrupción, etc.
Lo que tienen que hacer es actuar, y la población los va a aplaudir. Y lo va a aplaudir, no solo por la necesidad de que se apliquen, sino porque se ha hablado demasiado de ello. Pero ojo, porque mientras más se sigan batiendo esos temas, si la gente no ve que en realidad se ejecutan, el descreimiento se va apoderando de sus mentes.
Y si hay algo que las autoridades deben conservar, es la credibilidad. Garantizarle a la gente que las cosas que dicen, se hacen. Que lo que establecen las leyes, reglamentos y disposiciones, se cumplen. Eso es lo que garantiza la gobernabilidad. Mucho más que la creación de comisiones, organismos y cualquier otra cosa de esas que a diario se viven sugiriendo e inventando, no solo de parte del gobierno, sino, por parte de la cantidad de organismos y entes actuantes en el Estado y la sociedad, dejando la imagen de que el objetivo es que todo continúe igual.
La gobernabilidad no es otra cosa que hacer de la democracia y la institucionalidad una práctica permanente. Y que los organismos que ella define y establece, actúen en consecuencia. Para que la gente esté segura de que lo que dice la autoridad, se va a aplicar, dentro de los cánones legales establecidos. De lo contrario, queriendo hacer el bien, profundizan el mal. Por favor, reflexionen sobre eso. Feliz año.

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