Damasco, (EFE).- Las autoridades sirias han prohibido fumar en lugares públicos con penas de hasta 5.000 libras sirias (unos 100 dólares) para los infractores, según un decreto presidencial, difundido hoy en los medios de comunicación estatales.

Con esta norma, a partir de ahora no estará permitido fumar en lugares como oficinas gubernamentales, restaurantes, cafés, cines teatros y museos, además de en el transporte público y en centros educativos, sanitarios y deportivos.

El decreto señala que el consumo de tabaco también estará vetado en reuniones y simposios oficiales, conferencias y actividades de formación.

Aún así, el texto estipula que se pueden establecer zonas para fumar en los espacios públicos y que las empresas deben ofrecer áreas ventiladas para los fumadores.

El decreto del presidente sirio, Bachar al Asad, médico de profesión, afecta, además, al consumo de pipas de agua, muy extendido en Siria, al igual que en todo el mundo árabe.

Los infractores de la norma no serán los únicos multados, ya que los dueños y gestores de los edificios donde se viole la ley también lo serán.

Asimismo, será penada la venta de tabaco a menores de 18 años, su publicidad y la manufactura e importación de chucherías o juguetes que tengan forma de cigarrillos.

Con anterioridad, el Gobierno sirio había aprobado varias leyes que restringían el consumo de tabaco, como un decreto de 1996 que prohibía su publicidad o una norma de 2006 que impedía fumar en el transporte y en algunos lugares públicos.

A pesar de esa legislación, Damasco ha sido siempre un paraíso para los fumadores. EFE