Las «bases de sustentación» política

Las «bases de sustentación» política

Al leer el libro con las memorias de don Virgilio Álvarez Pina acerca de la Era de Trujillo, me ha llamado mucho la atención su brillante análisis de por qué, a su juicio, la disolución del Partido Dominicano fue un error desde el punto de vista del interés trujillista, aun muerto el dictador, y cómo esa extinción forzada de ese partido fue parte de la estrategia secreta de Balaguer para crear las condiciones futuras para su carrera política a partir de 1961.

En estos días mucho se habla acerca de cómo el Presidente Fernández no pierde oportunidad para flirtear con los balagueristas, incluso los pocos que quedan dentro del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), como lo demuestra la visita de su directiva en pleno al Palacio Nacional hace pocos días, después de toda la plepla anti-leonelista de algunos de los más connotados directivos de ese partido.

Al mismo tiempo, dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), del cual el doctor Fernández es presidente aunque varios de sus dirigentes importantes todavía creen que pueden equipararse al estadista a lo interno de su partido, las fuerzas que no son leonelistas han estado recientemente dando muestras de repunte. Lo que la convención que dio la candidatura a la re-elección al Presidente demostró era apenas un 30%, o sea los «danilistas» y sus aliados, posiblemente hoy sean más.    

Pese a la masificación del PLD, eso de que es un partido de masas todavía no afecta cómo esa logia de dirigentes maneja las cuestiones políticas. Es una curiosidad que la popularidad del Presidente, que le permite ganar elecciones, quizás no sea tan alta en los organismos de la cúpula del PLD. Y el Presidente Fernández, que conoce eso, por ese motivo siempre promueve que se le arrimen adeptos de otras corrientes, como la inmensa cantidad de grupúsculos que en las elecciones pasadas aportaron muchos granitos de arena.

Pero por ese afán de aumentar su base de sustentación con amigos nuevos de dudosa lealtad e intención, muchos viejos y desinteresados amigos del Presidente están sufriendo su desatención. ¿Puede expandirse cualquier apoyo político cuando se debilita la reciprocidad? Dicen los estrategas que cualquier línea de combate es sólo tan fuerte como su punto más débil. Dice el refranero: «Quien mucho abarca, poco aprieta». Dicen los geniecillos presidenciales:

«¡sólo nosotros sabemos!». El tiempo dirá…

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