Con la celebración del Décimo Primer Congreso Nacional de Infectología, del 24 al 26 de abril en curso en la ciudad de Santiago de los Caballeros, la Sociedad Dominicana de Infectología celebró 25 años de su fundación. Recordamos aquel 24 de abril de 1989 a las siete de la noche cuando las doctoras Ivelisse Garris, Rosario Valdez, Josefina Fernández, Chabela Peña, Mónica Thormann, Altagracia Guzmán Marcelino, conjuntamente con los colegas José R. Puig, y quien suscribe, dejamos formalmente constituida la Sociedad Dominicana de Infectología.
El objetivo de la sociedad, además de agrupar a los infectólogos dominicanos, que éramos pocos, era y sigue siendo la construcción de un espacio donde se discutiera permanentemente la problemática de las enfermedades infecciosas del país, así como hacer recomendaciones a las autoridades de salud y a la población en general, de lo que debe hacerse para prevenir y combatir las enfermedades infecciosas.
El XI Congreso fue celebrado en la ciudad de Santiago con el fin de facilitar la asistencia de los profesionales de la salud de la región del Cibao a esta feria de conocimientos sobre los temas más relevantes de la infectología expuestos por conferencistas internacionales como nacionales con vasta experiencia en diferentes tópicos.
Se presentaron temas sobre el manejo de antibióticos en pacientes críticamente enfermos, en ambulatorios, tanto en adultos como en niños, y en los inmuno comprometidos. Se planteó, igualmente, la necesidad de fortalecer los programas de inmunizaciones en la edad pediátrica, la implementación de programas en los adultos, de afrontar la nueva epidemia de chicungunya y el manejo del dengue grave.
Especialistas con amplia experiencia trataron diversos aspectos sobre enfermedades por hongos, las infecciones de transmisión sexual y se permitieron preguntas y se hicieron numerosos aportes y comentarios, lo cual originó discusiones muy enriquecedoras.
Se agotaron temas muy interesantes, tales como: nuevos métodos diagnósticos para la detección de la tuberculosis, el manejo de la misma y el tratamiento de los casos multirresistentes. Hubo una interesante conferencia sobre las micobacterias atípicas en tejidos blandos posterior a cirugía cosmética y sobre el costo de la belleza. Se analizó, asimismo, la debilidad que existe en el país y en otras naciones con relación a la esterilización de equipos quirúrgicos y antisépticos que no son eficaces por lo que estas infecciones hacen estragos.
No podemos dejar de comentar el homenaje póstumo al Dr. José R. Puig, vicepresidente fundador de la Sociedad en el primer mandato. El comité organizador del presente congreso denominó con su nombre el salón principal de conferencias.
La noche inaugural fue desarrollada en el salón “Julio Alberto Hernández” en el Gran Teatro del Cibao. La directora del teatro, la Lic. Brenda Sánchez, hizo una excelente maestría de ceremonia. Se reconocieron a los fundadores de la Sociedad Dominicana de Infectología, así como a los pasados presidentes.
Una vez finalizado el acto de reconocimiento a los distinguidos infectólogos, el joven cantante Samuel González, acompañado del piano eléctrico de Miguel Andrés Tejada, tuvieron una brillante actuación para finalizar con el grupo de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra con el brillante acto “Los pregoneros”, versado sobre los vendedores ambulantes que llegaban y llegan del campo a la ciudad de Santiago.
Hacemos en este artículo un reconocimiento a la presidenta Dra. Margarita Genara Santana y, en su nombre, a la directiva de la Sociedad Dominicana de Infectología por el impecable trabajo organizativo científico y de festejos que hicieron para que el congreso de infectología fuera todo un éxito. Congratulaciones.