Las bolsas de valores celebraron una elección transparente

Las bolsas de valores celebraron una elección transparente

POR MICHAEL MORGAN
La decisiva reelección del presidente George W. Bush la semana pasada para un segundo periodo en la Casa Blanca, aportó la respuesta a una de las interrogantes que había afectado los mercados financieros durante meses. Ahora, la incertidumbre vuelve a empezar en serio.

No es que Wall Street estuviera en el ánimo de preocuparse por la caída del dólar, los precios del petróleo todavía elevados o el déficit doble, en el resultado inmediato de la victoria del señor Bush.

Las muy esperadas cifras de nóminas del viernes mostraron que la creación de nuevos empleos creció a una tasa doble de la que esperaban los mercados, y cerraron una buena semana para Wall Street. En el intermedio de la sesión del viernes, el Promedio Industrial Dow Jones estaba en una altura de dos meses. Con un alza de3.3% en la semana, el patrón de los “blue-chips” se encaminaba a su mejor resultado en 19 meses. 

Los índices Nasdaq Composite, que agrupa muchas tecnológicas y el más amplio S&P 500 Composite, subieron ambos 3%. Esto llevó al Nasdaq a una altura de cuatro meses y al S&P a su nivel más alto desde marzo de 2002.

En Europa, el índice FRSE Eurofirst 300 agregó 2.4% para cerrar en su nivel más elevado desde finales de abril, mientras que en Tokio, el Promedio Nikkei 225 ganó 2.7%, su primera alza en cuatro semanas.

“Las lentas ganancias del empleo se quedaron detrás de las especulaciones de que la Reserva Federal haría una pausa en sus planes de subir las tasas”, dijo Stephen Gallagher, de SG Economic Research, el viernes. “Estas pruebas considerablemente más fuertes del sector empleo reafirman nuestro criterio a favor de aumentos mesurados de las tasas hasta mediados de 2005”.

Por lo general, los economistas esperan, por unanimidad, un aumento en las tasas claves de 25 puntos, hasta un 2% cuando la FED se reúna esta semana.

“Al incrementar las tasas de 1% a 2%, la FED probablemente se habrá movido menos por los datos que entran y más por su deseo de eliminar el acomodo de emergencia introducido por su política en 2002”, dijo Paul Ailsworth, de Capital Economics. “Esto indica que se llegó a un punto importante, una vez que la tasa de los fondos regrese a un  lugar por encima de la tasa central de inflación, lo que le permite a la FED volver a concentrarse en las noticias económicas regulares”.

James Barty, del Deutsche Bank, ha defendido por algún tiempo que las acciones corrientes van a correr a finales de año, siempre que puedan superar dos barreras claves.

 “La primera, la elección presidencial, que se desarrolló tan tranquilamente como se hubiera podido esperar”, dijo. “La segunda, una que puede considerarse más importante, es el precio del petróleo que había empezado a amenazar nuestro punto de vista de una economía más fuerte durante más tiempo entrado el 2005”.

El señor Barty ha dicho que el suministro fue suficientemente alto para reconstruir los inventarios, lo cual haría bajar los precios. “La evidencia de esta afirmación empezó a surgir durante las dos últimas semanas y los inventarios están ahora al alcance de los niveles normales”, comentó. “Todavía hay sacudidas potenciales al suministro en el ambiente (Irán, Irak, Nigeria), pero si no pican, el precio del petróleo continuará cayendo.

 “Con valuaciones todavía en bajas de 15 años y mientras nuestros modelos continúan indicando un aumento de 12%-13%, creemos que cualquier descenso desencadenaría un `rally´ a fin de año.”

Milke Lenhoff, de Brewin Dolphin Securities, comparte este argumento, y dice que el rebote en la actividad económica deberá refrescar el impulso de los ingresos.

 “Si los precios del petróleo y otras materias primas continúan aflojando movidos por una moderación en el crecimiento de China, mejor todavía. En cualquier caso, el mercado de acciones es probable que se encamine decisivamente hacia arriba fuera de un rango, que la mayor parte del tiempo se ha caracterizado este año por altas más bajas en la recuperación y bajas más bajas”.

Sin embargo, Richard Berner, de Morgan Stanley, enfocó el reflector en tres desafíos que enfrentará la agenda económica post-electoral. ¿Hay algún apetito por la disciplina fiscal? ¿Están arreglándose los presupuestos estatales y locales? ¿Dejamos ya atrás lo peor de la crisis de los costos de la salud?

“El razonamiento convencional del mercado respondería las tres preguntas de manera afirmativa, pero en realidad las respuestas no están nada claras”, dijo.

Mientras Wall Street hizo zafra bajo el resplandor de la reelección del señor Bush, el dólar tuvo otra semana espantosa, al caer a una baja récord frente al euro. Después de algún respiro a inicios de la semana, se incrementó la presión sobre el dólar de nuevo el jueves, cuando el mercado desviaba su atención de la política hacia el déficit doble del presupuesto y la cuenta corriente que se han convertido en piedras millares para la moneda.

Louise Yamada, de Citigroup Smith Barney, señalaba el viernes que el dólar medido por el mercado parece que va a caer por debajo de un rango de apoyo de 17 años. De hacerlo, llegaría a su nivel más bajo de los últimos 33 años, desde que EEUU abandonó el patrón oro en 1971.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

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