El limón, esa fuerte fruta cítrica de color verde intenso y en algunos casos amarillo, que a muchos agrada mientras que a otros les pone un gesto no muy agradable en la boca, tiene innúmeros usos en la gastronomía mundial, pero no sólo ahí, sino también en la medicina natural.
¿Quién no ha disfrutado un pescadito al limón, o una rica ensalada aderezada con jugo de limón, o un pato al limón… o un exótico dulce que se elabora con la cáscara del limón?
En fin, lo cierto es que esta fruta es una maravilla en la cocina y tiene múltiples usos, porque además se utiliza para lavar las carnes y hacerlas más exquisitas, así como para macerar, aves, pescados y mariscos.
Ah, pero las bondades del limón, no se quedan ahí… ¡Cuán rica y, por supuesto, refrescante, se siente en el paladar una limonada frozen (helada) o al natural especialmente en un día caluroso como los que solemos tener prácticamente todo el año en República Dominicana! Es decir, que definitivamente podríamos calificar esta fruta como mágica, maravillosa…
Y, si usted es de los que, como yo, la come directamente, sabrá de su fuerte sabor y gran poder.