Las calorías en las bebidas alcohólicas

Las calorías en las bebidas alcohólicas

BRUSELAS,- Las organizaciones de defensa de los consumidores vuelven a impulsar que se añada al etiquetado de las bebidas alcohólicas en la Unión Europea (UE) información sobre las calorías, una iniciativa que los productores de vino y alcoholes fuertes reciben con resistencia.
El Parlamento Europeo dio un primer paso el mes pasado al aprobar en la comisión de Salud una resolución, no vinculante, en la que pedía al brazo Ejecutivo del bloque, la Comisión, elaborar una ley que obligue a detallar elementos nutricionales en las etiquetas de las bebidas alcohólicas para fines de 2016.
Casi todos los miembros de la comisión, 63 de 68, aprobaron la resolución, con la que también piden mensajes de advertencia sobre los riesgos del alcohol para mujeres embarazadas o conductores.  La resolución fue impulsada por la eurodiputada laborista británica Glenis Willmott, que en 2011 fracasó en un primer intento.
«Desgraciadamente, por el fuerte lobby de la industria del alcohol, se lo eximió de estas reglas», dijo Willmott a la AFP.   «Los consumidores tienen el derecho de saber que un vaso de vino tiene la misma cantidad de calorías que un trozo de torta y que beber durante el embarazo puede dañar al bebé», agregó.   «No se trata de decirle a la gente lo que tiene que hacer sino proporcionarle la información que necesitan para elegir informados», sostuvo.
  Para Ilaria Passarini, de la Organización Europea de Consumidores (BEUC), la gente debe conocer los efectos del alcohol en su dieta.   «La mayoría de nosotros sabe que el alcohol se debe consumir con moderación. Sin embargo, el impacto del alcohol en nuestro peso y nuestra salud es menos obvio», dijo Passarini.
«¿Cuánta gente sabe que un promedio de medio litro de cerveza con 5% de alcohol contiene la misma cantidad de calorías que una barra de chocolate?», se preguntó.
 – Guerra de lobbys en Bruselas –   La resolución debe aún ser aprobada por el pleno de la Eurocámara. Se prevé que sea presentada a fines de abril.   Una resolución anterior fue rechazada antes de las elecciones europeas. Esta vez, a pesar de la «fuerte división entre el norte y el sur de la UE, y de las sensibilidades francesas, españolas o italianas, se podría franquear el paso», indicó una fuente parlamentaria.
Para Gran Bretaña o los países escandinavos es imperativo actuar para frenar las borracheras entre los jóvenes y el aumento de la obesidad, en parte alimentada por el alcohol.   Las cosas también se mueven en el sector, frente a consumidores cada vez más exigentes en materia de transparencia y de dietética.
  Las cuatro principales cerveceras europeas –Carlsberg, Heineken, AB Inbev y SABMiller– se declararon recientemente dispuestas a agregar información sobre las calorías en las etiquetas de sus productos, de manera «voluntaria».   Agrupadas en el lobby The Brewers of Europe, acordaron informar sobre las calorías por cada 100 ml.
Según la organización, 100 ml de cerveza representan 46 calorías, contra 82 para el vino tinto o 246 para el whisky.
El anuncio de las cerveceras provocó una reacción airada del lobby de las bebidas de mayor gradación, SpiritsEUROPE, integrada por las asociaciones nacionales de la industria del rubro y compañías como Rémy Cointreau, Pernod Ricard, Moet Hennessy, Baccardi-Martini o Grupo Campari, entre otras.
SpiritsEUROPE denunció la desinformación de esta iniciativa subrayando que 100 ml representa el tercio de una lata común de cerveza pero una buena cantidad de alcohol fuerte.   El director general de spiritsEUROPE, Paul Skehan, indicó la semana pasada que están «a favor de (proveer) información a los consumidores» pero ésta debe ser «en su beneficio y no para aprovecharse de ellos».
  Aunque beben menos alcohol que en los años 1970, los europeos siguen siendo los principales consumidores del mundo. La Comisión Europea evalúa en 155.000 millones de euros por año los costos sociales imputables al abuso de alcohol en el bloque.
  Al llegar a Bruselas, el nuevo comisario europeo de Salud, Vytenis Andriukaitis, se declaró a favor de poner fin al silencio sobre la información nutricional en el alcohol.   «Pero parece que hay resistencia en la misma Comisión», lamentó Willmott.   De hecho, el Ejecutivo europeo, que avanza con precaución para no inquietar a los diferentes países, puso paños fríos sobre el tema.
A fines de diciembre debía presentar un informe, que aún no fue publicado.   «Queda por hacer la mayor parte del trabajo, el tema es sensible y se necesita diálogo», indicó la Comisión.
  Los productores de vino ya prepararon sus argumentos, en nombre de la especificidad de su producto, «que no es el resultado de una receta ya escrita» sino que «cambia de año en año», según el Comité europeo de empresas del vino.
  «Imponer el etiquetado nutricional provocaría costos adicionales enormes para el sector vitivinícola, costos a los que la mayoría de los productores de vino no podría hacer frente», advirtió.

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